jueves, 17 de febrero de 2022

El valor supremo de la paz

 

En un mundo como el nuestro, en el que intereses contrapuestos amenazan frecuentemente la estabilidad y la paz de las naciones, la labor del diplomático adquiere un destacado relieve en las relaciones internacionales, sea a nivel bilateral como multilateral. Si bien las decisiones últimas están en manos de los hombres de gobierno, la actividad del diplomático informando con veracidad y precisión, orientando hacia caminos de solución, creando puentes de diálogo, negociado y entendimiento, representa un instrumento insustituible en el orden internacional.

El valor supremo de la paz, de la que habéis de ser promotores convencidos, defensores infatigables y restauradores cuando sea el caso, estimo que ha de colocarse entre vuestras prioridades como profesionales de la diplomacia.

 

(del discurso de Juan Pablo II  a un grupo de funcionarios del Servicio Diplomático Latinoamericano, 31 de mayo de 1985)