Un pueblo es débil si acepta su derrota,
Y si olvida el mandato de estar despierto
Cuando llegue su hora.
En la gran esfera del reloj de la Historia
Las horas se repiten siempre.
(Karol Wojtyla, “Cuando pienso en la patria”, VI,4)
Un pensamiento por dia
Un pueblo es débil si acepta su derrota,
Y si olvida el mandato de estar despierto
Cuando llegue su hora.
En la gran esfera del reloj de la Historia
Las horas se repiten siempre.
(Karol Wojtyla, “Cuando pienso en la patria”, VI,4)
Hoy
quizás más que antes, se percibe con mayor claridad la contradicción intrínseca de un desarrollo que fuera solamente económico. Este subordina fácilmente
la persona humana y sus necesidades más profundas a las exigencias de la planificación
económica o de la ganancia exclusiva.
(Juan Pablo II Sollecitudo rei sociales, n. 33)
El Magnificat
no interrumpe el silencio de Maria, es parte de este. Este silencio es un
escuchar la «voz del Espíritu Santo». Eso justamente era la oración de Maria.
(Karol Wojtyla: Ejercicios espirituales 8 al 14 de
marzo de 1987)
(De la Enciclica Dives in Misericordia de Juan Pablo II)
Si
está en mi la verdad, debe fulgir,
No la puedo esconder, al esconderla
Ocultaría mi persona.
(2. de II – “Nacimiento de los confesores” - Karol Wojtyla : Poesias
(BAC,
1993)
No se puede disociar la cruz del trabajo humano. No se puede separar a Cristo del trabajo humano… Pero Cristo no aprobará jamás que el hombre sea considerado —o que se considere a sí mismo— únicamente como instrumento de producción, que sea apreciado, estimado y valorado según este principio. ¡Cristo no lo aprobará jamás! Por esto se dejó clavar en la cruz, como sobre el gran umbral de la historia espiritual del hombre, para oponerse a cualquier degradación del hombre, incluso la degradación mediante el trabajo. Cristo permanece ante nuestros ojos en su cruz, para que todo hombre sea consciente de la fuerza que él le ha dado: "Dioles poder de venir a ser hijos de Dios" (Jn 1, 12).