miércoles, 2 de julio de 2025

La unidad de toda la humanidad

 

La unidad de toda la humanidad herida es voluntad de Dios. Por esto Dios envió a su Hijo para que, muriendo y resucitando por nosotros, nos diese su Espíritu de amor. La víspera del sacrificio de la Cruz, Jesús mismo ruega al Padre por sus discípulos y por todos los que creerán en El para que sean una sola cosa, una comunión viviente. De aquí se deriva no sólo el deber, sino también la responsabilidad que incumbe ante Dios, ante su designio, sobre aquéllos y aquéllas que, por medio del Bautismo llegan a ser el Cuerpo de Cristo, Cuerpo en el cual debe realizarse en plenitud la reconciliación y la comunión

 

(de la Encíclica Ut unum sint, I.6  del Papa Juan Pablo II)

viernes, 27 de junio de 2025

El Corazón de Cristo

 

El Corazón de Cristo es la sede universal de la comunión con Dios Padre, es la sede del Espíritu Santo. Para conocer a Dios, es preciso conocer a Jesús y vivir en sintonía con su Corazón, amando, como él, a Dios y al prójimo.

 

(de la Audiencia General del Papa Juan Pablo II 8de junio de 1994)

miércoles, 25 de junio de 2025

Mision de la Iglesia europea : avivar la fe en la Trinidad

 

La Iglesia « no posee título alguno para expresar preferencias por una u otra solución institucional o constitucional » de Europa y coherentemente, por tanto, quiere respetar la legítima autonomía del orden civil.(34) Sin embargo, tiene la misión de avivar en los cristianos de Europa la fe en la Trinidad, sabiendo que esta fe es precursora de auténtica esperanza para el Continente.

Muchos de los grandes paradigmas de referencia antes indicados, que son la base de la civilización europea, hunden sus raíces últimas en la fe trinitaria. Ésta contiene un extraordinario potencial espiritual, cultural y ético, capaz, entre otras cosas, de iluminar algunas grandes cuestiones que hoy se debaten en Europa, como la disgregación social y la pérdida de una referencia que dé sentido a la vida y a la historia. De ello se desprende la necesidad de una renovada meditación teológica, espiritual y pastoral sobre el misterio trinitario.

(de la Exhortacion Apostolica del Papa Juan PabloII Ecclesia in Europa)

Alerta de Juan Pablo II al continente europeo.

 

En el Continente europeo no faltan ciertamente símbolos prestigiosos de la presencia cristiana, pero éstos, con el lento y progresivo avance del laicismo, corren el riesgo de convertirse en mero vestigio del pasado. Muchos ya no logran integrar el mensaje evangélico en la experiencia cotidiana; aumenta la dificultad de vivir la propia fe en Jesús en un contexto social y cultural en que el proyecto de vida cristiano se ve continuamente desdeñado y amenazado; en muchos ambientes públicos es más fácil declararse agnóstico que creyente; se tiene la impresión de que lo obvio es no creer, mientras que creer requiere una legitimación social que no es indiscutible ni puede darse por descontada.

Esta pérdida de la memoria cristiana va unida a un cierto miedo en afrontar el futuro. La imagen del porvenir que se propone resulta a menudo vaga e incierta. Del futuro se tiene más temor que deseo. Lo demuestran, entre otros signos preocupantes, el vacío interior que atenaza a muchas personas y la pérdida del sentido de la vida. 

(de la Exhortacion Apostolica del Papa Juan PabloII Ecclesia in Europa)

lunes, 23 de junio de 2025

A los apostoles del tercer mileno

 

Queridos apóstoles del tercer milenio, ¡cuán vasto y complejo es el campo de acción que se abre ante vosotros! En la era de la globalización es preciso "globalizar" la solidaridad y el amor, para que llegue a todas partes el mensaje liberador del Evangelio. Esto conlleva a menudo ir contra corriente, ser incomprendidos e, incluso, marginados. Pero es indispensable seguir siendo coherentes con los propios principios y fieles a Cristo y a la Iglesia.

(del Discurso del Papa Juan Pablo II a losmiembros del Servicio Misionero Juvenil – arsenal de la Paz, de Turin, Italia –22 de diciembre de 2000)

viernes, 20 de junio de 2025

«Iglesia santa, glorifica a tu Señor» - Solemnidad de Corpus Christi

 

«Glorifica al Señor, Jerusalén; / alaba a tu Dios, Sión, / que ha reforzado los cerrojos de tus puertas / y ha bendecido a tus hijos dentro de ti» (Sal 147, 12-13).

La Iglesia creció desde Jerusalén y en lo más profundo de su corazón trae esta invitación a glorificar al Dios viviente. Hoy desea responder a esta invitación de modo particular. Este día —jueves después del domingo de la Santísima Trinidad — se celebra la solemnidad del Corpus Domini: del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.

La Iglesia creció desde la Jerusalén de la Antigua Alianza como Cuerpo bien compacto en unidad mediante la Eucaristía. «El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque comemos todos del mismo pan» (1 Cor 17).

«Y el pan que partimos, ¿no nos une a todos en el cuerpo de Cristo?» (1 Cor 10, 16).

«El cáliz de nuestra acción de gracias, ¿no nos une a todos en la sangre de Cristo?» (1 Cor 10, 16).

 

(JuanPablo II – Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo – 21 de junio1984)

miércoles, 18 de junio de 2025

Ante el fenómeno de la migración

 En nuestras sociedades, marcadas por el fenómeno global de la migración, es preciso buscar un justo equilibrio entre el respeto de la propia identidad y el reconocimiento de la ajena. En efecto, es necesario reconocer la legítima pluralidad de las culturas presentes en un país, en compatibilidad con la tutela del orden, del que dependen la paz social y la libertad de los ciudadanos.

En efecto, se deben excluir tanto los modelos asimilacionistas, que tienden a hacer que el otro sea una copia de sí, como los modelos de marginación de los inmigrantes, con actitudes que pueden llevar incluso a la práctica del apartheid. Es preciso seguir el camino de la auténtica integración (cf. Ecclesia in Europa, 102), con una perspectiva abierta, que evite considerar sólo las diferencias entre inmigrantes y autóctonos (cf. Mensaje para la Jornada mundial de la paz de 2001, n. 12).