viernes, 14 de mayo de 2021

El anuncio de Cristo en el centro de la actividad misionera

 En el centro de la actividad misionera está el anuncio de Cristo, el conocimiento y la experiencia de su amor. La Iglesia no puede sustraerse a este mandato explícito de Jesús, porque privaría a los hombres de la "buena nueva" de la salvación. Este anuncio no elimina la autonomía propia de algunas actividades como el diálogo y la promoción humana; por el contrario, las funda en la caridad difusiva y las ordena a un testimonio siempre respetuoso de los demás mediante el discernimiento atento de lo que el Espíritu suscita en ellos.

viernes, 7 de mayo de 2021

Misericordia infinita

 La misericordia en sí misma, en cuanto perfección de Dios infinito es también infinita. Infinita pues e inagotable es la prontitud del Padre en acoger a los hijos pródigos que vuelven a casa. Son infinitas la prontitud y la fuerza del perdón que brotan continuamente del valor admirable del sacrificio de su Hijo. No hay pecado humano que prevalezca por encima de esta fuerza y ni siquiera que la limite. Por parte del hombre puede limitarla únicamente la falta de buena voluntad, la falta de prontitud en la conversión y en la penitencia, es decir, su perdurar en la obstinación, oponiéndose a la gracia y a la verdad especialmente frente al testimonio de la cruz y de la resurrección de Cristo.

 

(JuanPablo II Encíclica Dives in misericordia,13)

jueves, 6 de mayo de 2021

Trabajar por el “bien común”

 Existe una profunda necesidad de que cada uno adopte la firme voluntad de trabajar a favor del “bien común” y que la solidaridad en cuanto virtud cristiana lleve a superarse a si misma y trabaje por la unidad, la paz y la colaboración entre todos los pueblos 

(JuanPablo II Encíclica Sollicitudo res socialis,38)

sábado, 1 de mayo de 2021

El trabajo y la vocacion del hombre

 El trabajo debe ayudar al hombre a hacerse mejor, espiritualmente más maduro, más responsable, para que pueda realizar su vocación sobre la tierra,  sea como persona irrepetible, sea en comunidad con los demás, y sobre todo en la comunidad humana fundamental que es la familia. El hombre y la mujer uniéndose en esta comunidad, cuyo carácter ha sido establecido por el mismo Creador desde el principio, dan vida a nuevos hombres. El trabajo debe hacer posible a esta comunidad humana encontrar los medios necesarios para formarse y para mantenerse.

(Juan Pablo II Homilia en la Misa para losObreros, Santuario de Jasna Gorma, 6 de junio de 1979)