“En su infinita
misericordia, el Padre Eterno “nos ha bendecido con toda clase de bendiciones”
por el misterio de la Encarnación, en la persona de Jesucristo, el Hijo del
Hombre que se hace niño, que viene al mundo como un recién nacido en el seno de
una familia. De esta manera, toda familia humana, a ejemplo de la Sagrada
Familia de Belén y Nazaret, está llamada por Dios a ser santa e inmaculada en
Cristo Jesús (Cf.. Εph. 1, 4).”
VIAJE APOSTÓLICO A VENEZUELA, ECUADOR, PERÚ Y TRINIDAD Y TOBAGO
(Juan Pablo II en la Homilía de la Celebración Eucarística en Caracas 27 de enero de 1985)
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