“Vale la pena dedicarse
a la causa de Cristo, que quiere corazones valientes y decididos; vale la pena
consagrarse al hombre por Cristo, para llevarle a El, para elevarlo, para
ayudarle en el camino hacia la eternidad; vale la pena hacer una opción por un ideal
que os procurará grandes alegrías, aunque os exija también no pocos
sacrificios. El Señor no abandona a los suyos.
Vale la pena vivir por el Reino ese precioso valor del cristianismo: el celibato sacerdotal, patrimonio plurisecular de la Iglesia; vivirlo responsablemente aunque os exija no pocos sacrificios. ¡Cultivad la devoción a María, la Madre Virgen del Hijo de Dios, para que os ayude y aliente a realizarlo plenamente!”
Vale la pena vivir por el Reino ese precioso valor del cristianismo: el celibato sacerdotal, patrimonio plurisecular de la Iglesia; vivirlo responsablemente aunque os exija no pocos sacrificios. ¡Cultivad la devoción a María, la Madre Virgen del Hijo de Dios, para que os ayude y aliente a realizarlo plenamente!”
VIAJE A LA REPÚBLICA DOMINICANA, MÉXICO Y BAHAMAS
(del discurso del Santo Padre Juan Pablo II a los seminaristas mayores, diocesanos y religiosos en el Seminario de Guadalajara, México - Martes 30 de enero de 1979)
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