miércoles, 21 de agosto de 2024

El laicado católico y la “Iglesia domestica”

 

La salvaguardia, promoción, santificación y proyección apostólica de la vida familiar deben contar a los laicos católicos entre sus agentes más decididos y coherentes. Célula básica del tejido social, considerada por el Concilio Vaticano II como “Iglesia doméstica”, exige un esfuerzo evangelizador, para potenciar sus factores de crecimiento humano y cristiano y superar los obstáculos que atentan contra su integridad y finalidades.

Los “mundos” emergentes y complejos de los intelectuales y universitarios, del proletariado, técnicos y dirigentes de empresa, de los vastos sectores campesinos y poblaciones suburbanas sometidas al impacto acelerado de cambios económico-sociales y culturales, reclaman una particular atención apostólica, a veces casi misionera, por parte del laicado católico en la proyección pastora! del conjunto de la Iglesia.

(Juan Pablo II en sudiscurso delo 29 de enero de 1979 a las organizaciones católicas nacionales de México– Viaje a la Republica Dominicana, México y Bahamas)

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