viernes, 19 de noviembre de 2021

El poder destructor del pecado

 

Hoy se enfatiza mucho la dimensión social de cada pecado: no solo destruye el bien en los individuos, sino también en la comunidad de la Iglesia. La dimensión fundamental del mal y del pecado siempre es y será la «ofensa a Dios». Aun así, también es verdad que destruye la vida del espíritu y que es causa de la muerte moral no solo de los individuos, sino de sociedades enteras.  

(reflexiones Ejercicios espirituales Kalwaria Zebrzydowska julio 1977)

Karol Wojtyla/Juan Pablo II Estoy en tus manos Cuadernos personales 1962-2003, Planeta 2014

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