“La universidad faltaría
a su vocación si se cerrase al sentido de lo absoluto y de lo trascendente, ya
que limitaría arbitrariamente la investigación de toda la realidad o de la
verdad, y terminaría por perjudicar al hombre mismo, cuya más alta aspiración
es conocer lo verdadero, lo bueno, lo bello, y esperar en un destino que lo
trasciende. Así, pues, la universidad debe convertirse en el testimonio de la
verdad y de la justicia, y reflejar la conciencia moral de una nación.”
VIAJE APOSTÓLICO A AMÉRICA CENTRAL
(del Mensaje de Juan Pablo II al mundo universitario – Ciudad de Guatemala - 7 de marzo de 1983)
No hay comentarios:
Publicar un comentario