sábado, 31 de agosto de 2013

Un Pastor que nos conduce

“Nuestra peregrinación terrena no es un andar errantes por caminos intransitables. Hay un Pastor que nos conduce, que quiere nuestro bien y nuestra salvación, no sólo en esta vida, sino también en la eternidad”

Alfa y Omega de la historia humana

“Es necesario que el hombre de hoy se dirija nuevamente a Cristo para obtener de él la respuesta sobre lo que es bueno y lo que es malo. Él es el Maestro, el Resucitado que tiene en sí mismo la vida y que está siempre presente en su Iglesia y en el mundo. Es él quien desvela a los fieles el libro de las Escrituras y, revelando plenamente la voluntad del Padre, enseña la verdad sobre el obrar moral. Fuente y culmen de la economía de la salvación, Alfa y Omega de la historia humana (cf. Ap 1, 8; 21, 6; 22, 13), Cristo revela la condición del hombre y su vocación integral.”

jueves, 29 de agosto de 2013

La paz debe ser humana

“Para que la paz sea  real y durable, debe ser humana. El deseo de paz es universal. Está en el corazón de todo ser humano y no puede ser colmado más que a condición de colocar la persona humana en el centro de todos los esfuerzos para suscitar la unidad y la fraternidad entre las naciones.”


lunes, 12 de agosto de 2013

El trabajo de campo

 “Ciertamente todas las artes y oficios son útiles y válidos, y cada trabajo y empleo debe ser valorado justamente, estimado y respetado. Pero el trabajo del campo es esencial y todos somos deudores a aquellos que se dedican a él. Ese trabajo exige continuidad, maña, gusto y estima de los valores tradicionales, aceptación del riesgo, amor a la fatiga, sentido de responsabilidad. Continuad amando la tierra: ¡Inculcad este amor a los jóvenes que forman las nuevas familias! ¡Y toda la sociedad, por tantos motivos, debe estaros sinceramente agradecida!

domingo, 11 de agosto de 2013

La oración y la gracia de Dios

“La oración es la primera y fundamental condición de la colaboración con la gracia de Dios. Es menester orar para obtener la gracia de Dios y se necesita orar para poder cooperar con la gracia de Dios.”

viernes, 9 de agosto de 2013

El Alfa y Omega de la historia humana

 “Es necesario que el hombre de hoy se dirija nuevamente a Cristo para obtener de él la respuesta sobre lo que es bueno y lo que es malo. Él es el Maestro, el Resucitado que tiene en sí mismo la vida y que está siempre presente en su Iglesia y en el mundo. Es él quien desvela a los fieles el libro de las Escrituras y, revelando plenamente la voluntad del Padre, enseña la verdad sobre el obrar moral. Fuente y culmen de la economía de la salvación, Alfa y Omega de la historia humana (cf. Ap 1, 8; 21, 6; 22, 13), Cristo revela la condición del hombre y su vocación integral.”

El mandamiento del amor: secreto de la resurrección

 “La caridad divina es testamento de vida que, si se vive en la existencia diaria, nos permite realizar cada vez más a fondo la unidad que el mismo Jesús imploró intensamente al Padre durante la última cena: «Que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado» (Jn 17, 21). Sólo el mandamiento del amor, un amor que llegue hasta la entrega total de la propia vida, es el secreto de la resurrección.
Aquí radica el centro de la novedad cristiana. En el silencio de la oración y de la contemplación podemos entrar en contacto con Cristo y escuchar sus palabras: «Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida (...). Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo» (Jn 10, 17-18). Por tanto, una espiritualidad de comunión para los pastores de la Iglesia significa el compromiso de una entrega total; quiere decir considerar la cruz del otro como propia.”


miércoles, 7 de agosto de 2013

Espiritus puros buenos y malos

“De hecho, como dice claramente la Revelación, el mundo de los espíritus puros aparece dividido en buenos y malos. Pues bien, esta división no se obró por creación de Dios, sino en base a la propia libertad de la naturaleza espiritual de cada uno de ellos. Se realizó mediante la elección que para los seres puramente espirituales posee un carácter incomparablemente más radical que la del hombre y es irreversible, dado el grado de intuición y de penetración del bien, del que está dotada su inteligencia. A este respecto se debe decir también que los espíritus puros han sido sometidos a una prueba de carácter moral. Fue una opción decisiva, concerniente ante todo a Dios mismo, un Dios conocido de modo más esencial y directo que lo que es posible al hombre, un Dios que había hecho a estos seres espirituales el don, antes que al hombre, de participar en su naturaleza divina.”

El celibato del Pastor

“El celibato del Pastor no tiene solamente un significado escatológico, como testimonio del Reino futuro, sino que expresa también el profundo vínculo que le une a los fieles, en cuanto son la comunidad nacida de su carisma y destinada a totalizar toda la capacidad de amar que un sacerdote lleva dentro de sí. El celibato, además, lo libera interior y exteriormente, haciendo que pueda organizar su vida de modo que su tiempo, su casa, sus costumbres, su hospitalidad y sus recursos financieros estén solamente condicionados por lo que es el objetivo de su vida: la creación, en torno a sí, de una comunidad eclesial.”

domingo, 4 de agosto de 2013

Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen María, ten piedad de nosotros

“Así rezamos en las letanías al Sacratísimo Corazón de Jesús.Esta invocación se refiere directamente al misterio que meditamos, al rezar el Angelus Domini: por obra del Espíritu Santo fue formada en el seno de la Virgen de Nazaret la Humanidad de Cristo, Hijo del Eterno Padre.
¡Por obra del Espíritu Santo fue formado en esta Humanidad el Corazón! El Corazón, que es el órgano central del organismo humano de Cristo y, a la vez, el verdadero símbolo de su vida interior: del pensamiento, de la voluntad, de los sentimientos. Mediante este Corazón la Humanidad de Cristo es, de modo particular, "el templo de Dios" y, al mismo tiempo, mediante este Corazón, está incesantemente abierto al hombre y a todo lo que es "humano". "Corazón de Jesús de cuya plenitud todos hemos recibido".”

sábado, 3 de agosto de 2013

«Se le acercó uno...» (Mt 19, 16)

«Se le acercó uno...» (Mt 19, 16)
 “«Se le acercó uno...». En el joven, que el evangelio de Mateo no nombra, podemos reconocer atodo hombre que, conscientemente o no, se acerca a Cristo, redentor del hombre, y le formula la pregunta moral. Para el joven, más que una pregunta sobre las reglas que hay que observar, es una pregunta de pleno significado para la vida. En efecto, ésta es la aspiración central de toda decisión y de toda acción humana, la búsqueda secreta y el impulso íntimo que mueve la libertad. Esta pregunta es, en última instancia, un llamamiento al Bien absoluto que nos atrae y nos llama hacia sí; es el eco de la llamada de Dios, origen y fin de la vida del hombre. Precisamente con esta perspectiva, el concilio Vaticano II ha invitado a perfeccionar la teología moral, de manera que su exposición ponga de relieve la altísima vocación que los fieles han recibido en Cristo 14, única respuesta que satisface plenamente el anhelo del corazón humano.”

viernes, 2 de agosto de 2013

Profundizar en la fe constantemente

 “Todo cristiano debe profundizar su fe constantemente; esto lo ayudará a acercarse más a Cristo resucitado y a ser su testigo en la sociedad. En efecto, en un mundo donde las personas no dejan de perfeccionar sus conocimientos científicos y técnicos, el conocimiento de la fe no puede limitarse al catecismo aprendido en la infancia. Para crecer humana y espiritualmente, el cristiano necesita evidentemente una formación permanente. Sin ella, corre el riesgo de no acertar en las opciones, a veces arduas, que tiene que hacer durante su vida y en el cumplimiento de su misión cristiana específica, en medio de sus hermanos. Porque, como dice uno de los textos más antiguos de la literatura patrística, «lo que es el alma en el cuerpo, eso son los cristianos en el mundo (...). El lugar que Dios les ha confiado es tan hermoso, que no pueden abandonarlo» (Carta a Diogneto, n. 6).”


jueves, 1 de agosto de 2013

Los derechos de la persona humana

 “Cuando hablamos de derecho a la vida, a la integridad física y moral, al alimento, a la vivienda, a la educación, a la salud, al trabajo, a la responsabilidad compartida en la vida de la nación, hablamos de la persona humana. Es esta persona humana la que la fe nos hace reconocer como creada a imagen de Dios y destinada a una meta eterna. Es esta persona la que se encuentra frecuentemente amenazada y hambrienta, sin vivienda ni trabajo decentes, sin acceso al patrimonio cultural de su pueblo o de la humanidad y sin voz para hacer oír sus angustias. A la gran causa del pleno desarrollo en la solidaridad deben dar nueva vida aquellos que en uno u otro grado ya gozan estos bienes, para el servicio de todos aquellos —y son todavía tantos en vuestro continente— que están privados de ellos en medida a veces dramática.


Los ángeles y la libertad

 “En la perfección de su naturaleza espiritual, los ángeles están llamados desde el principio, en virtud de su inteligencia, a conocer la verdad y a amar el bien que conocen en la verdad de modo mucho más pleno y perfecto que cuanto es posible al hombre. Este amor es el acto de una voluntad libre, por lo cual también para los ángeles la libertad significa posibilidad de hacer una elección en favor o en contra del Bien que ellos conocen, esto es, Dios mismo. Hay que repetir aquí lo que ya hemos recordado a su debido tiempo a propósito del hombre: creando a los seres libres, Dios quiere que en el mundo se realice aquel amor verdadero que sólo es posible sobre la base de la libertad. Él quiso, pues, que la creatura, constituida a imagen y semejanza de su Creador, pudiera, de la forma más plena posible, volverse semejante a Él: Dios, que "es amor" (1 Jn 4, 16). Creando a los espíritus puros, como seres libres, Dios, en su Providencia, no podía no prever también la posibilidad del pecado de los ángeles. Pero precisamente porque la Providencia es eterna sabiduría que ama, Dios supo sacar de la historia de este pecado, incomparablemente más radical, en cuanto pecado de un espíritu puro, el definitivo bien de todo el cosmos creado.”