viernes, 31 de diciembre de 2010

Integrarse en la vida eclesial

Sin una integración plena en la vida eclesial y en sus estructuras visibles, sin una participación viva de la Palabra y en los Sacramentos, la fe tiende a languidecer y difícilmente podrá resistir en el clima desacralizador que reina ―sobre todo, en los grandes centros urbanos― y que invita a dejar de lado a Dios y a desconocer la importancia de la religión para la existencia cotidiana de los hombres.”

jueves, 30 de diciembre de 2010

Entrar en si mismo

“La adversidad, más que el disfrute superficial de los bienes, ayuda a veces al hombre a entrar en sí mismo, interrogándose por el sentido de su vida, por su propio camino en la existencia, por su responsabilidad en ella, por su destino. No hay que eludir estos interrogantes. Al contrario, hay que tratar de hacer luz hasta encontrar respuestas no sólo a problemas circunstanciales, sino al sentido mismo de la vida del hombre. Ha sido este adentrarse en sí mismo, el secreto de muchas resurrecciones en la historia de los hombres.”
(del Mensaje radiotelevisivo de Juan Pablo II a los presos en su Viaje apostólico a Uruguay, Chile, Argentina - Viernes 10 de abril de 1987)

miércoles, 29 de diciembre de 2010

María "Madre de Dios"

“María es "Madre de Dios" porque su Hijo es Dios; es madre sólo en el orden de la generación humana, pero, dado que el Niño que Ella concibió y dio al mundo, es Dios, debe ser llamada "Madre de Dios".”

domingo, 26 de diciembre de 2010

Un Niño en el pesebre - señal de Dios

“El Niño acostado en la pobreza de un pesebre: esta es la señal de Dios. Pasan los siglos y los milenios, pero queda la señal, y vale también para nosotros, hombres y mujeres del tercer milenio. Es señal de esperanza para toda la familia humana: señal de paz para cuantos sufren a causa de todo tipo de conflictos; señal de liberación para los pobres y los oprimidos; señal de misericordia para quien se encuentra encerrado en el círculo vicioso del pecado; señal de amor y de consuelo para quien se siente solo y abandonado.Señal pequeña y frágil, humilde y silenciosa, pero llena de la fuerza de Dios, que por amor se hizo hombre.”

sábado, 25 de diciembre de 2010

¡Oh Noche Santa y tan esperada

“¡Oh Noche Santa y tan esperada, que has unido a Dios y al hombre para siempre! Tú enciendes de nuevo la esperanza en nosotros. Tú nos llenas de extasiado asombro. Tú nos aseguras el triunfo del amor sobre el odio, de la vida sobre la muerte. Por eso permanecemos absortos y rezamos. ”

(de la homilía del Papa Juan Pablo II en la Misa de Nochebuena de 2003)

viernes, 24 de diciembre de 2010

Adoración eucarística

“En Belén nació Aquél que, bajo el signo del pan partido, dejaría el memorial de la Pascua. Por esto, la adoración del Niño Jesús, en esta Noche Santa, se convierte en adoración eucarística.”

jueves, 23 de diciembre de 2010

Jesús nació en un establo

“Jesús nació en un establo, como cuenta el evangelio de san Lucas, «porque no había sitio para ellos en la posada » (Lc 2, 7). María, su Madre, y José no encontraron alojamiento en ninguna casa de Belén. María depositó al Salvador del mundo en un pesebre, única cuna disponible para el Hijo de Dios hecho hombre. Esta es la realidad de la Navidad del Señor. La recordamos cada año: de ese modo la descubrimos de nuevo, la vivimos cada vez con el mismo asombro.”
(de la homilía del Papa Juan Pablo I en la Misa de Nochebuena 24 de diciembre de 1997)

miércoles, 22 de diciembre de 2010

No habia sitio para ellos en el mesón

"Ninguno de los presentes en Belén podía pensar que precisamente en aquella noche se estaban cumpliendo las palabras del gran profeta, ni que ello se realizaba en un establo, donde generalmente habitan los animales, "por no haber sitio para ellos en el mesón" (Lc 2. 7)."

martes, 21 de diciembre de 2010

Una fe límpida y pura

“El Niño Jesús, presente en el Nacimiento de vuestra casa, sea el signo concreto de una fe límpida y pura, que ilumine, oriente y dirija vuestra vida y la de vuestros seres queridos.”
(de las palabras que el Papa Juan Pablo II le dirigió a los niños en el Ángelus del Domingo 17 de diciembre de 1978)