domingo, 31 de enero de 2010

El deber de fomentar las vocaciones

"El deber de fomentar las vocaciones sacerdotales corresponde a toda la comunidad cristiana, que debe realizarlo sobre todo con una vida plenamente cristiana; a este respecto ofrecen la mayor aportación, por un lado, las familias que, animadas por el espíritu de fe, caridad y piedad, constituyen como el primer seminario: y por otro, las parroquias de cuya vida floreciente participan los mismos adolescentes" (Optatam totius, 2).

sábado, 30 de enero de 2010

El esplendor de la verdad

“Ningún hombre puede eludir las preguntas fundamentales: ¿qué debo hacer?, ¿cómo puedo discernir el bien del mal? La respuesta es posible sólo gracias al esplendor de la verdad que brilla en lo más íntimo del espíritu humano, como dice el salmista: «Muchos dicen: "¿Quién nos hará ver la dicha?". ¡Alza sobre nosotros la luz de tu rostro, Señor!» (Sal 4, 7).”

viernes, 29 de enero de 2010

Deberes de la Universidad Católica


“La Universidad Católica debe ofrecer una aportación específica a la Iglesia y a la sociedad, situándose en un nivel de investigación científica elevado, de estudio profundo de los problemas, de un sentido histórico adecuado…debe encontrar su significado último y profundo en Cristo, en su mensaje salvífico, que abarca al hombre en su totalidad, y en las enseñanzas de la Iglesia….”
“La Universidad Catòlica debe ser formadora de hombres realmente insignes por su saber, dispuestos a ejercer funciones comprometidas en la sociedad y a testimoniar su fe ante el mundo (cf. Gravissimum educationis, 10). Finalidad que hoy es indudablemente decisiva…”

“La Universidad Católica debe ser un ámbito en el que el cristianismo sea vivo y operante. Es una vocación irrenunciable de la Universidad Católica dar testimonio de ser una comunidad seria y sinceramente comprometida en la búsqueda científica, pero también caracterizada visiblemente por una vida cristiana auténtica…”

jueves, 28 de enero de 2010

«La mies es mucha»

“En el sur del mundo, -aunque no sólo allí- mucha gente que vive en la pobreza más impresionante carece a menudo de esa fuente de consolación que es el conocimiento del Evangelio, porque no hay suficientes apóstoles y evangelizadores. En el norte del planeta -aunque no sólo allí- hay quien sufre otro tipo de pobreza: hombres y mujeres que, olvidando el Evangelio recibido, están privados de la verdad y de la alegría auténtica. Aunque parezcan satisfechos, son profundamente infelices. Otros viven al día. Quisieran ser más, valer más y dar más, pero nadie los invita a la viña (cf. Mt 20, 1), nadie los ayuda a crecer. «La mies es mucha», dijo Jesús entonces, y lo repite aún hoy. Muchos son los que esperan la salvación, pero «los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies» (Mt 9, 37-38).”

miércoles, 27 de enero de 2010

Concilio es colegialidad


“El Concilio es la expresión más plena de la colegialidad del ministerio episcopal en la Iglesia.
“La Constitución Dogmática Lumen gentium utiliza precisamente la expresión corpus episcopale (cuerpo episcopal), cuando habla de la colegialidad de los obispos”
(Juan Pablo II Audiencia general 7 de febrero de 1979)

martes, 26 de enero de 2010

Europa y los jóvenes


“Europa necesita el compromiso y el entusiasmo de los cristianos, sobre todo de los más jóvenes, para acoger la buena nueva del Evangelio de Jesucristo. En efecto, "al inicio de un nuevo milenio, los creyentes tienen el deber urgente de un renovado compromiso para responder a los desafíos de la nueva evangelización. Desde esta perspectiva, desempeñan un papel importante los movimientos eclesiales"
(del Mensaje de Juan Pablo II a los participantes en el encuentro ecuménico “Juntos por Europa”

lunes, 25 de enero de 2010

Huérfanos de nuestra sociedad

“En nuestro tiempo, a la progresiva disminución de los huérfanos «por naturaleza», corresponde frecuentemente un tristísimo y continuo incremento de niños abandonados, si no legalmente, al menos psicológicamente. Además, ¿cómo no recordar a los numerosos niños explotados de la manera más vergonzosa y brutal, o con formas más sutiles, pero igualmente perversas, típicas de la moderna sociedad del espectáculo?, ¿o los condenados a crecer en ambientes degradados económica, moral y afectivamente?”

domingo, 24 de enero de 2010

Fraternidad

“Ninguna distancia geográfica ni siquiera diversidad alguna ideológica pueden debilitar el sentimiento de fraternidad que nos une a cualquier ser humano que vive en este mundo, aunque no esté bautizado”

sábado, 23 de enero de 2010

Anunciar mejor a Cristo

“3. Para llevar adelante su cometido de anunciar mejor a Cristo a los hombres y mujeres de hoy, iluminando para ello con la sabiduría del Evangelio los desafíos y problemas con los que la Iglesia y la sociedad se encuentran en América latina al inicio del nuevo milenio, la Iglesia necesita muchos y cualificados evangelizadores que, con nuevo ardor, renovado entusiasmo, fino espíritu eclesial, desbordantes de fe y esperanza, hablen "cada vez más de Jesucristo" (Ecclesia in America, 67).” (del discurso del Santo Padre Juan Pablo II a los miembros de la Comisión Pontificia para América Latina – 27 de marzo de 2003)

viernes, 22 de enero de 2010

Velad y orad

«Velar»: esta palabra tiene su etimología rigurosamente evangélica. Cuántas veces Cristo ha dicho: «Velad» (cf., por ejemplo, Mt 24, 42; 25, 13; 26, 38. 41; Mc 13, 33. 35. 37; 14, 34; 21, 36). «Velad, y orad para que no caigáis en tentación» (Mc 14, 38). Entre todos los discípulos de Cristo, María es la primera «que vela». Es preciso que de ella aprendamos a velar, que velemos con ella: «Estoy cercano a ti, me acuerdo de ti, velo».
(del discurso del Santo Padre Juan Pablo II durante la Vigilia de Oración en Czestochowa, JMJ 1991)

jueves, 21 de enero de 2010

La Biblia el libro de las obras de Dios

“La Sagrada Escritura, la Biblia, es el libro de las obras de Dios y de las palabras del Dios vivo. Es un texto humano, pero escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo. El Espíritu mismo es, por tanto, el primer autor de la Escritura.”

miércoles, 20 de enero de 2010

El amor matrimonial es un gran don

“El amor matrimonial es ciertamente un gran don en el que dos seres humanos, hombre y mujer, se entregan recíprocamente para vivir el uno para el otro: para si mismos y para la familia. Consiguientemente, ese don es de agradecer al Señor, siendo consciente de él y conservándolo en el corazón”.

martes, 19 de enero de 2010

FIdelidad radical al Evangelio

“debéis resistir a la tentación, hoy sutil y letal, de dejar a Dios fuera de la vida o de reducir la fe a gestos episódicos y formales. La Iglesia necesita testigos dispuestos a seguir a Cristo hasta la cruz. Vuestros coetáneos, a menudo distraídos por los espejismos de una vida fácil y cómoda, por las tentaciones de la droga y del hedonismo, acabando muchas veces por convertirse en esclavos de la violencia, del sin sentido y de la desesperación, esperan hoy más que nunca esta fidelidad radical al Evangelio.”

lunes, 18 de enero de 2010

El hombre creado a imagen y semejanza de Dios .

“El Magisterio de la Iglesia está interesado directamente en la cuestión de la evolución, porque influye en la concepción del hombre, acerca del cual la Revelación nos enseña que fue creado a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1, 28-29). La constitución conciliar Gaudium et spes ha expuesto magníficamente esta doctrina, que es uno de los ejes del pensamiento cristiano. Ha recordado que el hombre es «la única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma» (n. 24). En otras palabras, el hombre no debería subordinarse, como simple medio o mero instrumento, ni a la especie ni a la sociedad; tiene valor por sí mismo. Es una persona. Por su inteligencia y su voluntad, es capaz de entrar en relación de comunión, de solidaridad y de entrega de sí con sus semejantes”

domingo, 17 de enero de 2010

La prueba que purifica

“Debemos detenernos ante el sufrimiento, ante el hombre que sufre, para volver a descubrir este vínculo esencial entre el "yo" humano mío y suyo. Debemos detenernos ante el hombre que sufre para testificarle y, en cuanto sea posible, testificar juntamente con él, toda la dignidad del sufrimiento, diría toda la majestad del sufrimiento. Debemos inclinar la cabeza ante los hermanos o hermanas que son débiles e indefensos, privados precisamente de lo que a nosotros se nos ha concedido y de lo que gozamos cada día.
Estos son sólo algunos aspectos de esa gran prueba que tanto cuesta al hombre, pero que al mismo tiempo lo purifica, como purifica a quien trata de solidarizarse con el otro, con el "yo" humano que sufre.
Cristo ha dicho: "Estaba enfermo y me visitasteis" (Mt 25, 36).”

sábado, 16 de enero de 2010

El hombre: camino de la Iglesia

“En mi primera encíclica, Redemptor hominis, escribí: "La Iglesia no puede abandonar al hombre, cuya "suerte", es decir, la elección, la llamada, el nacimiento y la muerte, la salvación o la perdición, están tan estrecha e indisolublemente unidos a Cristo. (...) Este hombre es el primer camino que la Iglesia debe recorrer en el cumplimiento de su misión; él es el camino primero y fundamental de la Iglesia, camino trazado por Cristo mismo, camino que inmutablemente conduce a través del misterio de la encarnación y de la redención" (n. 14).”

viernes, 15 de enero de 2010

Progreso y desarrollo auténtico

“Si la humanidad quiere controlar una evolución que se le escapa de la mano, si quiere sustraerse a la tentación materialista que gana terreno en una huida hacia adelante desesperada, si quiere asegurar el desarrollo auténtico a los hombres y a los pueblos, debe revisar radicalmente los conceptos de progreso, que bajo sus diversos nombres, han dejado atrofiar los valores espirituales”

jueves, 14 de enero de 2010

«Yo soy» ante ti, que «Eres».”

“El hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios para poder existir y decir a su Creador «yo soy». En este «yo soy» humano se contiene toda la verdad de la existencia y de la conciencia.
«Yo soy» ante ti, que «Eres».”

miércoles, 13 de enero de 2010

Encuentro con Dios


“El hombre conoce a Dios encontrándose con Él y, viceversa, lo encuentra en el acto del conocimiento. Se encuentra con Dios cuando se abre ante Él con la entrega interior de su “yo” humano, para aceptar el don de Dios y corresponder a él”

martes, 12 de enero de 2010

El "espíritu de Asís".

"La paz siempre es posible!
Siempre se debe cooperar para erradicar de la cultura y de la vida las semillas de amargura e incomprensión presentes en ellas, así como la voluntad de prevalecer sobre el otro, la arrogancia del interés particular y el desprecio de la identidad ajena. En efecto, en esos sentimientos están los presupuestos de un futuro de violencia y de guerra.
¡El conflicto nunca es inevitable!
Y las religiones tienen el deber especial de recordar a todos los hombres y mujeres esta convicción que es, al mismo tiempo, don de Dios y fruto de la experiencia histórica de muchos siglos.
Esto es lo que he llamado el espíritu de Asís".

lunes, 11 de enero de 2010

En la Iglesia nadie es extranjero


“En la Iglesia nadie es extranjero, y la Iglesia no es extranjera para ningún hombre y en ningún lugar. Como sacramento de unidad y, por tanto, como signo y fuerza de agregación de todo el género humano, la Iglesia es el lugar donde también los emigrantes ilegales son reconocidos y acogidos como hermanos. Corresponde a las diversas diócesis movilizarse para que esas personas, obligadas a vivir fuera de la red de protección de la sociedad civil, encuentren un sentido de fraternidad en la comunidad cristiana”

domingo, 10 de enero de 2010

Acercamiento y unión


“En la época en que los diversos programas de lucha por el hombre muchas veces adquieren formas amenazadoras de lucha contra el hombre, es necesario un esfuerzo abierto al acercamiento de los hombres, a su unión a base del respeto de lo que es esencial y profundamente humano”

sábado, 9 de enero de 2010

La fe de Maria


“María pertenece indisolublemente al misterio de Cristo y pertenece además al misterio de la Iglesia desde el comienzo, desde el día de su nacimiento. En la base de lo que la Iglesia es desde el comienzo, de lo que debe ser constantemente, a través de las generaciones, en medio de todas las naciones de la tierra, se encuentra la que « ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor » (Lc 1, 45). Precisamente esta fe de María, que señala el comienzo de la nueva y eterna Alianza de Dios con la humanidad en Jesucristo, esta heroica fe suya « precede » el testimonio apostólico de la Iglesia, y permanece en el corazón de la Iglesia, escondida como un especial patrimonio de la revelación de Dios. Todos aquellos que, a lo largo de las generaciones, aceptando el testimonio apostólico de la Iglesia participan de aquella misteriosa herencia, en cierto sentido, participan de la fe de María”.

viernes, 8 de enero de 2010

Los derechos del niño

“La Santa Sede piensa que se puede hablar también de los derechos del niño ya desde el momento de ser concebido y, sobre todo, del derecho a la vida, pues la experiencia nos demuestra cada día más que ya antes del nacimiento el niño tiene necesidad de protección especial de hecho y de derecho.
Se podría insistir asimismo en el derecho del niño a nacer en una familia verdadera, pues es de importancia capital que se beneficie ya desde el principio, de la aportación conjunta del padre y de la madre unidos en matrimonio indisoluble.
Del mismo modo, el niño debe crecer dentro de su familia, puesto que los padres siguen siendo "sus primeros y principales educadores", y "cuando la educación de los padres falta, difícilmente puede suplirse" (Gravissimum educationis, 3). Ello es una exigencia del ambiente de afecto y seguridad moral y material requerida por la psicología del niño; hay que añadir que la procreación funda ese derecho natural que es también "obligación grave" (Gravissimum educationis, 3). E incluso la existencia de vínculos familiares más amplios con los hermanos y hermanas, abuelos y otros familiares más próximos, es un elemento importante —que hoy día se tiende a descuidar— para el equilibrio armónico del niño.”
(del Discurso del Santo Padre Juan Pablo II al Comité de Periodistas europeos para los derechos del niño y de la Comisión Italiana del Año Internacional del niño)

jueves, 7 de enero de 2010

Jóvenes la Iglesia es vuestra


“La Iglesia es una comunión orgánica, en la que cada uno tiene su propio puesto y su propia tarea. También lo tenéis vosotros, jóvenes. Y es un puesto muy importante. La Iglesia, que en el umbral del año dos mil se siente llamada por el Señor a hacer cada vez más intenso el esfuerzo evangelizador, necesita especialmente de vosotros, de vuestro dinamismo, de vuestra autenticidad, de vuestro apasionado deseo de crecer, de la frescura de vuestra fe. Poned al servicio de la Iglesia vuestros jóvenes talentos sin reservas, con la generosidad propia de vuestra edad. Ocupad vuestro puesto en la Iglesia, que no es sólo el de ser destinatarios de la solicitud pastoral, sino el de ser protagonistas activos de su misión (cfr. Christifideles laici, 46). ¡La Iglesia es vuestra, es más, vosotros mismos sois la Iglesia!”
(del Mensaje del Santo Padre Juan Pablo II para la V Jornada Mundial de la Juventud – 1999- «Yo soy la vid; vosotros los sarmientos» (Jn 15,5)

miércoles, 6 de enero de 2010

La oración es el alma de todo el movimiento ecuménico

La oración es “el alma de todo el movimiento ecuménico” (Unitatis redintegratio, 8). Lo mismo que el alma al cuerpo, así la oración da vida, coherencia, espíritu, finalidad al movimiento ecuménico.
La oración, ante todo, nos sitúa ante el Señor, nos purifica en las intenciones, en los sentimientos, en nuestro corazón, y produce aquella “conversión interior”, sin la cual no hay verdadero ecumenismo (cf. Unitatis redintegratio, 7).
La oración, además, nos recuerda que la unidad, en definitiva, es un don de Dios, don que debemos pedir y prepararnos a él para que nos sea concedido. La unidad, lo mismo que cada don, como cada gracia, depende “de Dios que tiene misericordia” (Rom 9, 16). Porque la reconciliación de todos los cristianos “supera las fuerzas y la capacidad humana” (Unitatis redintegratio, 24), la oración continua y ferviente manifiesta nuestra esperanza, que no engaña, y nuestra confianza en el Señor que hará nuevas todas las cosas (Cf. Rom 5, 5; Ap 21, 5).
(Audiencia General Juan Pablo II Miércoles 17 de enero de 1979)

martes, 5 de enero de 2010

Reconoced en todo enfermo al mismo Cristo

“Vosotros, los médicos católicos… estáis llamados, como creyentes, a dar testimonio de Cristo mediante las obras de caridad fraterna y el compromiso de promover la paz y la justicia, contribuyendo de forma eficaz a eliminar los motivos de sufrimiento que humillan y entristecen al hombre. Además, como médicos, es decir, como servidores de la vida, encontráis en el ejercicio de vuestra profesión una ocasión privilegiada para contribuir a la edificación de un mundo que corresponda cada vez más a la dignidad del ser humano. La medicina, entendida auténticamente, habla el lenguaje universal de la comunión, poniéndose a la escucha de todo hombre, sin distinción, y acogiendo a todos para aliviar los sufrimientos de cada uno”
[…]

“Reconoced en todo enfermo al mismo Cristo, colaborando con los que trabajan en la pastoral de los enfermos. A la aportación insustituible de vuestra profesionalidad añadid el "corazón", el único capaz de humanizar las instituciones. Vivificad el servicio con la oración constante a Dios, "que ama la vida" (Sb 11, 26), recordando siempre que la curación, en última instancia, viene del Altísimo (cf. Si 38, 1-2)”

(del Mensaje de Su Santidad Juan Pablo II a los participantes en la XXIII Asamblea Nacional Italiana de Médicos católicos)

lunes, 4 de enero de 2010

Sois sarmientos vivos en la Iglesia

“2. En la Biblia, entre las numerosas imágenes que expresan el misterio de la Iglesia, encentramos la imagen de la viña (cfr. Jer 2,21; Is 5,1-7). La Iglesia es la viña plantada por el Señor, una viña que goza de su especial amor.
En el Evangelio de Juan, Cristo nos explica el fundamento de la vida de esta viña cuando dice: «Yo soy la vid; vosotros los sarmientos» (Jn 15,5). Exactamente son éstas las palabras que he elegido como tema de la próxima Jornada Mundial de la Juventud. Por eso os digo: ¡Jóvenes, sois sarmientos vivos en la Iglesia, sois sarmientos cargados de frutos!

Ser sarmientos vivos en la Iglesia-viña significa, principalmente, estar en comunión vital con Cristo-vid
[…].
Ser sarmientos vivos en la Iglesia-viña también significa asumir un compromiso en la comunidad eclesial y en la sociedad…”.
(del Mensaje del Santo Pdre Juan Pablo II para la V Jornada Mundial de la Juventud 1999)
«Yo soy la vid; vosotros los sarmientos» (Jn 15,5)

domingo, 3 de enero de 2010

Para que todos sean uno

“2. La oración es un medio privilegiado para la participación en la búsqueda de la unidad de todos los cristianos. Jesucristo mismo nos ha dejado su último deseo de unidad a través de una oración al Padre: “Para que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mi y yo en ti, para que también ellos sean en nosotros y el mundo crea que tú me has enviado” (Jn 17, 21).”

sábado, 2 de enero de 2010

El Magnificat de la Iglesia en camino

“37. La Iglesia, que desde el principio conforma su camino terreno con el de la Madre de Dios, siguiéndola repite constantemente las palabras del Magníficat. Desde la profundidad de la fe de la Virgen en la anunciación y en la visitación, la Iglesia llega a la verdad sobre el Dios de la Alianza, sobre Dios que es todopoderoso y hace « obras grandes » al hombre: « su nombre es santo ». En el Magníficat la Iglesia encuentra vencido de raíz el pecado del comienzo de la historia terrena del hombre y de la mujer, el pecado de la incredulidad o de la « poca fe » en Dios.”

viernes, 1 de enero de 2010

La familia: lugar privilegiado y santuario

“Como en Nazaret, Dios se hace presente también en todas las familias y se integra en el acontecer humano. Pues la familia, que es la unión del hombre y la mujer, está encaminada por su propia naturaleza a la procreación de nuevos hombres que van acompañados a lo largo de la existencia en el crecimiento físico y, sobre todo, en el crecimiento moral y espiritual, a través de una obra educativa diligente. Por consiguiente, la familia es el lugar privilegiado y el santuario donde se desarrolla toda la aventura grande e intima de cada persona humana irrepetible. Incumben a la familia, por tanto, deberes fundamentales, cuyo cumplimiento no puede dejar de enriquecer abundantemente a los responsables principales de la misma familia, haciendo de ellos los cooperadores más directos de Dios en la formación de nuevos hombres.”