miércoles, 30 de marzo de 2011

El carácter personal del perdón

Siguiendo la tradición incesante de la Iglesia, ya desde mi primera Encíclica (Redemptor hominis, 20) y luego muy frecuentemente he insistido no sólo sobre el deber de la absolución personal, sino también sobre el derecho que tiene cada uno de los pecadores a ser acogido y llegar a él en su originalidad insustituible e irrepetible. Nada hay tan personal e indelegable como la responsabilidad de la culpa. Y nada hay tan personal e indelegable como el arrepentimiento y la espera y la invocación de la misericordia de Dios. Por lo demás, cada uno de los sacramentos no se dirige a una generalidad de personas, sino a una persona en singular: "Yo te bautizo", se dice para el bautismo; "Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo", se afirma en la confirmación, etc. En la misma lógica está el "Yo te absuelvo de tus pecados".” (de la Audiencia general del Papa Juan Pablo II Miércoles 28 de marzo de 1984)

martes, 29 de marzo de 2011

El don de la fe hay que compartirlo

“Ser discípulos de Cristo no es algo privado. Al contrario, el don de la fe hay que compartirlo con los demás. Por eso, el mismo Apóstol escribe: "Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!" (1 Co 9, 16). No olvidéis, además, que la fe se fortalece y crece cuando se comunica a los demás (cf. Redemptoris missio, 2)” (del Mensaje del Santo Padre Juan Pablo II para la VII Jornada Mundial de la Juventud)

lunes, 28 de marzo de 2011

El bautismo de Jesús

“Como sabemos, el bautismo administrado por Juan era solamente un rito de purificación, con miras a la inminente venida del Mesías; también Jesús, quiso someterse a este bautismo, para reconocer públicamente la misión de Juan, último profeta del Antiguo Testamento y Precursor del Mesías, y para significar de manera evidente que, aun no teniendo pecado, se mezclaba entre los pecadores precisamente para redimir a los hombres del pecado.” (de la Homilía del Papa Juan Pablo II en la Capilla Paulina para los alumnos del Seminario Regional de Molfetta - Domingo 13 de enero de 1980

domingo, 27 de marzo de 2011

Scindite corda vestra – Rasgad vuestros corazones

“El hombre contemporáneo experimenta la amenaza de una impasibilidad espiritual y hasta de la muerte de la conciencia; y esta muerte es algo más profundo que el pecado: es la eliminación del sentido del pecado. Concurren hoy muchos factores para matar la conciencia en los hombres de nuestro tiempo. Y esto corresponde a la realidad que Cristo ha llamado "pecado contra el Espíritu Santo". Este pecado comienza cuando al hombre no le dice ya nada la Palabra de la cruz como el grito último del amor, que tiene el poder de rasgar los corazones. Scindite corda vestra.” (del Ángelus del Papa Juan Pablo II Domingo 1 de abril de 1979)

sábado, 26 de marzo de 2011

Técnicas de reproducción artificial

“las distintas técnicas de reproducción artificial, que parecerían puestas al servicio de la vida y que son practicadas no pocas veces con esta intención, en realidad dan pie a nuevos atentados contra la vida. Más allá del hecho de que son moralmente inaceptables desde el momento en que separan la procreación del contexto integralmente humano del acto conyugal, 14 estas técnicas registran altos porcentajes de fracaso. Este afecta no tanto a la fecundación como al desarrollo posterior del embrión, expuesto al riesgo de muerte por lo general en brevísimo tiempo. Además, se producen con frecuencia embriones en número superior al necesario para su implantación en el seno de la mujer, y estos así llamados « embriones supernumerarios » son posteriormente suprimidos o utilizados para investigaciones que, bajo el pretexto del progreso científico o médico, reducen en realidad la vida humana a simple « material biológico » del que se puede disponer libremente.”
(De la Encíclica Evangelium vitae del Papa Juan Pablo II – 25 de marzo de 1995)

viernes, 25 de marzo de 2011

Música - comunión de corazones

“La música es un lenguaje que favorece la comunión de los corazones.”

jueves, 24 de marzo de 2011

Construir un mundo más justo y más fraterno

“La Iglesia, consciente de que todos formamos una familia, la gran familia de los hijos de Dios, repite su llamada para que cada uno desde su posición social, desde su ambiente, utilizando los medios a su alcance, grandes o pequeños, se empeñe en desterrar de vuestra tierra todas las causas de la pobreza injusta. Colaborad en la construcción de un mundo más justo y fraterno que tenga sus fundamentos “en la verdad, establecido de acuerdo con las normas de la justicia, sustentado y henchido por la caridad y. finalmente, realizado bajo los auspicios de la libertad” (Pacem in Terris, 167).”
(de la homilía del Santo Padre Juan Pablo II – Celebración de la palabra con los habitantes de las “poblaciones” de Santiago, Chile, Jueves 2 de abril de 1987)

miércoles, 23 de marzo de 2011

Dios es un amigo exigente

“Dios es un dulcísimo, pero también un exigentísimo amigo. Cuando se le encuentra, ya no es posible continuar viviendo como si no se le hubiese encontrado. Pide que se le siga no por los caminos que nosotros habíamos determinado recorrer, sino por los que Él ha señalado para nosotros. Se le da algo de la existencia, y poco a poco nos damos cuenta de que la está pidiendo toda.”
(de la Audiencia General del Papa Juan Pablo II Miércoles 29 de febrero de 1984)

martes, 22 de marzo de 2011

La civilización de la verdad y del amor

“"Habéis recibido un espíritu de hijos...". Los hijos de Dios, es decir, los hombres renacidos en el bautismo y fortalecidos en la confirmación, son los primeros constructores de una nueva civilización, la civilización de la verdad y del amor: son la luz del mundo y la sal de la tierra (cf. Mt 5, 13-16).”

domingo, 13 de marzo de 2011

La conciencia es la medida del hombre

“La conciencia es la medida del hombre. Ella da testimonio de su grandeza, de su profundidad. Para que esta profundidad se abra, para que el hombre no se deje quitar tal grandeza, Dios habla con la palabra de la cruz. Verbo crucis: ésta es la palabra última, definitiva. Dios ha querido emplear y emplea siempre en las relaciones con el hombre esta palabra que toca la conciencia, que tiene capacidad de rasgar el corazón humano.”
(Juan Pablo II Ángelus Domingo 1 de abril de 1979)

sábado, 12 de marzo de 2011

Anticoncepción y aborto

“Es cierto que anticoncepción y aborto, desde el punto de vista moral, son males específicamente distintos: la primera contradice la verdad plena del acto sexual como expresión propia del amor conyugal, el segundo destruye la vida de un ser humano; la anticoncepción se opone a la virtud de la castidad matrimonial, el aborto se opone a la virtud de la justicia y viola directamente el precepto divino « no matarás ».
A pesar de su diversa naturaleza y peso moral, muy a menudo están íntimamente relacionados, como frutos de una misma planta. Es cierto que no faltan casos en los que se llega a la anticoncepción y al mismo aborto bajo la presión de múltiples dificultades existenciales, que sin embargo nunca pueden eximir del esfuerzo por observar plenamente la Ley de Dios. Pero en muchísimos otros casos estas prácticas tienen sus raíces en una mentalidad hedonista e irresponsable respecto a la sexualidad y presuponen un concepto egoísta de libertad que ve en la procreación un obstáculo al desarrollo de la propia personalidad. Así, la vida que podría brotar del encuentro sexual se convierte en enemigo a evitar absolutamente, y el aborto en la única respuesta posible frente a una anticoncepción frustrada.”

De la Encíclica Evangelium vitae del Papa Juan Pablo II – 25 de marzo de 1995

viernes, 11 de marzo de 2011

Defender el principio de la supremacía del bien común

“En el contexto de las nuevas situaciones y nuevos retos, se hace más necesario que nunca defender claramente el principio de la supremacía del bien común en la organización social y su vigencia en el seno de la comunidad nacional. Tal como lo viene proclamando reiteradamente el Magisterio de la Iglesia, se trata de ir logrando aquellas condiciones de vida que permitan a los individuos y a las familias, así como a los grupos intermedios y asociativos, su plena realización y la consecución de sus legítimas aspiraciones de progreso integral.”

jueves, 10 de marzo de 2011

Don y entrega

“El don sobrenatural que hemos recibido debe llevarnos, por tanto, a gloriarnos total y solamente en Cristo. Quien tiene conciencia de no ser nada, puede descubrir que Cristo lo es todo para él (cf. Jn 20, 28); que en Cristo está la única fuente de su verdadera existencia; y esta glorificación en Cristo constituye precisamente el rasgo característico que revela la verdadera humildad personal, y la consiguiente entrega, sin reservas, de sí mismo a Dios y a los hermanos.”

miércoles, 9 de marzo de 2011

La remisión de los pecados.

“…..el hombre que absuelve no ofrece el perdón de las culpas en nombre de dotes humanas peculiares de inteligencia, o de penetración sicológica; o de dulzura y afabilidad; no ofrece el perdón de las culpas tampoco en nombre de la propia santidad. Él, como es de desear, está invitado a hacerse cada vez más acogedor y capaz de transmitir la esperanza que se deriva de una pertenencia total a Cristo (cf. Gál 2, 20; 1 Pe 3, 15). Pero cuando alza la mano que bendice y pronuncia las palabras de la absolución, actúa "in persona Christi": no sólo como "representante", sino también y, sobre todo, como "instrumento" humano en el que está presente, de modo arcano y real, y actúa el Señor Jesús, el "Dios-con-nosotros", muerto y resucitado y que vive para nuestra salvación.”

(de la Audiencia General del Santo Padre Juan Pablo II – Miércoles 22 de febrero de 1984)

martes, 8 de marzo de 2011

¡La Iglesia es vuestra, es más, vosotros mismos sois la Iglesia!

“La Iglesia es una comunión orgánica, en la que cada uno tiene su propio puesto y su propia tarea. También lo tenéis vosotros, jóvenes. Y es un puesto muy importante. La Iglesia, que en el umbral del año dos mil se siente llamada por el Señor a hacer cada vez más intenso el esfuerzo evangelizador, necesita especialmente de vosotros, de vuestro dinamismo, de vuestra autenticidad, de vuestro apasionado deseo de crecer, de la frescura de vuestra fe. Poned al servicio de la Iglesia vuestros jóvenes talentos sin reservas, con la generosidad propia de vuestra edad. Ocupad vuestro puesto en la Iglesia, que no es sólo el de ser destinatarios de la solicitud pastoral, sino el de ser protagonistas activos de su misión (cfr. Christifideles laici, 46).
¡La Iglesia es vuestra, es más, vosotros mismos sois la Iglesia!”

lunes, 7 de marzo de 2011

Llamados a morir al pecado y a vivir para Dios

“La conversión consiste necesariamente en expresar la verdad de la adopción de hijos que adquirimos en el bautismo. Porque en el bautismo fuimos llamados a la unión con Cristo en su muerte y resurrección, y desde entonces hemos sido llamados a morir al pecado y a vivir para Dios. En el bautismo tuvo lugar en nosotros la acción vivificadora del Espíritu Santo, y el Padre ve en nosotros a su único Hijo, Jesucristo: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco» (Lc 3, 22).”
(de la homilía de Su Santidad Juan Pablo II en su visita al Pontificio Colegio Irlandés de Roma - Domingo 13 de enero de 1980)

sábado, 5 de marzo de 2011

Estructura de pecado : « cultura de muerte »

“Si muchos y graves aspectos de la actual problemática social pueden explicar en cierto modo el clima de extendida incertidumbre moral y atenuar a veces en las personas la responsabilidad objetiva, no es menos cierto que estamos frente a una realidad más amplia, que se puede considerar como una verdadera y auténtica estructura de pecado, caracterizada por la difusión de una cultura contraria a la solidaridad, que en muchos casos se configura como verdadera « cultura de muerte ».”
(de la Carta Encíclica Evangelium Vitae del Papa Juan Pablo II)

viernes, 4 de marzo de 2011

Ante la supresión de la vida

“Cuando falla la referencia al mensaje salvífico de la fe y de la esperanza, y como consecuencia de ello se afloja el llamado de la caridad, hacen su aparición principios pragmáticos y utilitaristas, que llegan a teorizar como lógica e incluso justificable la supresión de la vida, si se la considera un peso para sí mismos o para los demás. Así, impulsada por algunas ideologías, amplificadas por los medios de comunicación social, la opinión pública corre el riesgo de tolerar o, incluso, justificar comportamientos éticos que se hallan en neto contraste con la dignidad de la persona: pensemos, por ejemplo, en el aborto, la eutanasia precoz de los recién nacidos, el suicidio, la eutanasia terminal y las múltiples y preocupantes intervenciones que atañen al campo genético.
Frente a casos especialmente dramáticos y desconcertantes, incluso los creyentes podrían quedar perplejos, si les faltan puntos de referencia sólidos y convincentes. Cuán necesario es, por tanto formar las conciencias según la doctrina cristiana, evitando opiniones inciertas y dando respuestas adecuadas a dudas insidiosas, afrontando y resolviendo los problemas con una constante referencia a Cristo y al magisterio de la Iglesia.”

jueves, 3 de marzo de 2011

El camino a la paz

“El recurso a la fuerza, a la violencia, para intentar resolver situaciones conflictivas o de injusticia, a nivel internacional e incluso nacional, suele llevar consigo –además de otros graves inconvenientes– un coste elevado de vidas humanas, que lo descalifican como vía de solución. El camino que lleva de veras a la paz implica, por otra parte, una sincera voluntad de conseguirla, a la vez que la aceptación del interlocutor como portador de aspiraciones y propuestas a considerar, y no como un enemigo a subyugar o suprimir.”

miércoles, 2 de marzo de 2011

Que el trabajo sea una verdadera vocación

“El trabajo no ha de ser una mera necesidad; ha de ser visto como una verdadera vocación, un llamamiento de Dios a construir un mundo nuevo en el que habite la justicia y la fraternidad, anticipo del reino de Dios, en el que no habrá ya ni carencias ni limitaciones. El trabajo ha de ser el medio para que toda la creación esté sometida a la dignidad del ser humano e hijo de Dios.”

martes, 1 de marzo de 2011

"Habéis recibido un espíritu de hijos"

“Como tema de la VI Jornada mundial de la juventud, he elegido las palabras de san Pablo: "Habéis recibido un espíritu de hijos" (Rm 8, 15). Son palabras que nos introducen en el misterio más profundo de la vocación cristiana: en efecto, según el designio divino hemos sido llamados a ser hijos de Dios en Cristo, por medio del Espíritu Santo.
¿Cómo no quedar asombrados ante esta perspectiva vertiginosa? ¡El hombre -un ser creado y limitado, más aún, pecador- es destinado a ser hijo de Dios! ¿Cómo no exclamar con san Juan: "Mirad cómo nos amó el Padre. Quiso que nos llamáramos hijos de Dios, y nosotros lo somos realmente" (1 Jn 3, 1). ¿Cómo permanecer indiferentes ante este desafío del amor paternal de Dios que nos invita a una comunión de vida tan profunda e íntima?”