miércoles, 31 de octubre de 2012

La perfectísima unidad de las tres Personas divinas


 “Si la perfectísima unidad de la tres Personas divinas es el vértice transcendente que ilumina toda forma de auténtica comunión entre nosotros, seres humanos, es justo que nuestra reflexión retorne con frecuencia a la contemplación de este misterio, al que tan frecuentemente se alude en el Evangelio. Baste recordar las palabras de Jesús: "Yo y el Padre somos una sola cosa" (Jn 10, 30); y también: "Creed al menos a las obras, para que sepáis y conozcáis que el Padre está en mí y yo en el Padre" (Jn 10, 30). Y en otro contexto: "Las palabras que yo os digo no las hablo de mí mismo; el Padre que mora en mí, hace sus obras. Creedme, que yo estoy en el Padre y el Padre en mí" (Jn 14, 10-11)”.

martes, 30 de octubre de 2012

Tras las huellas de Jesús


Los verdaderos discípulos de Cristo tienen conciencia de su propia debilidad. Por esto ponen toda su confianza en la gracia de Dios que acogen con corazón indiviso, convencidos de que sin Él no pueden hacer nada (cfr Jn 15,5). Lo que les caracteriza y distingue del resto de los hombres no son los talentos o las disposiciones naturales. Es su firme determinación de caminar tras las huellas de Jesús. ¡Sed sus imitadores así como ellos lo fueron de Cristo! Y “que Él pueda iluminar los ojos de vuestro corazón para que conozcáis cuál es la esperanza a que habéis sido llamados por Él; cuál la riqueza de la gloria otorgada por Él en herencia a los santos, y cuál la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa” (Ef 1,18-19).

lunes, 29 de octubre de 2012

Saber contemplar y evitar la contaminación interior



 “Hay que saber estar en silencio, crear espacios de soledad o, mejor, de encuentro reservado a una intimidad con el Señor. Hay que saber contemplar. El hombre de hoy siente mucho la necesidad de no limitarse a las meras preocupaciones materiales, e integrar, en cambio, su propia cultura técnica con superiores y desintoxicantes aportaciones procedentes del mundo del espíritu. Desgraciadamente, nuestra vida diaria corre el riesgo o incluso experimenta casos, más o menos difundidos, de contaminación interior. Pero el contacto de fe con la Palabra del Señor nos purifica, nos eleva y nos vuelve a dar energía.”

domingo, 28 de octubre de 2012

El Adviento ecuménico


 “El amor de Dios "que se ha derramado en nuestros corazones por virtud del Espíritu Santo, que nos ha sido dado" (Rom. 5, 5), acelere el tiempo del Adviento ecuménico. Acerque el día de la unión de las Iglesias hermanas y de todos los cristianos en el único Cuerpo de Cristo.”

sábado, 27 de octubre de 2012

Estar en el mundo, pero no ser del mundo


“Al anunciar este Evangelio, no debemos temer la hostilidad y la impopularidad, rechazando todo compromiso y ambigüedad que nos conformaría a la mentalidad de este mundo (cf. Rm 12, 2). Debemos estar en el mundo, pero no ser del mundo (cf. Jn 15, 19; 17, 16), con la fuerza que nos viene de Cristo, que con su muerte y resurrección ha vencido el mundo (cf. Jn 16, 33).”

viernes, 26 de octubre de 2012

El milagro de los milagros



 “Esto es lo que necesita el mundo de hoy: ver el milagro de los milagros como es el dedicarse a cuidar a los necesitados de la forma más desinteresada para vencer el individualismo egoísta; del modo más total para superar la mezquina parcialidad del cálculo y del oportunismo; de la manera más concreta, para no limitarse a la esterilidad de las buenas intenciones y de las bellas palabras; y también del modo más oculto —casi púdico, diría— para no enturbiar la sinceridad de la propia entrega con la ostentación, de que pueden ser maestros otros, pero no ciertamente los discípulos de Jesús. En efecto: el amor cristiano, según la célebre página paulina, "no es jactancioso, no se hincha; no es descortés, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa mal; no se alegra de la injusticia, se complace en la verdad" (1 Cor 13, 4-6).”

jueves, 25 de octubre de 2012

Cuando la fibra moral de una nación se debilita


 “Todo el mundo quiere plena libertad en todos los campos del comportamiento humano, y se ofrecen nuevos modelos de moralidad en nombre de una supuesta libertad. Cuando la fibra moral de una nación se debilita, cuando disminuye el sentido de responsabilidad personal, entonces queda abierta la puerta a la justificación de las injusticias, a la violencia en todas sus formas y a la manipulación de muchos por parte de unos pocos. El reto que ahora nos acecha es la tentación de aceptar como libertad verdadera lo que es en realidad una forma nueva de esclavitud.”

miércoles, 24 de octubre de 2012

El dogma de la Santísima Trinidad


 “El dogma de la Santísima Trinidad en el cristianismo se ha considerado siempre un misterio: el más fundamental y el más inescrutable. Jesucristo mismo dice: "Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el hijo quiera revelárselo" (Mt 11, 27).”

martes, 23 de octubre de 2012

Sabed que no estáis solos


 “En la Cruz, el Hijo puede derramar su sufrimiento en el corazón de la Madre. Todo hijo que sufre siente esta necesidad. También vosotros, queridos jóvenes, os enfrentáis al sufrimiento: la soledad, los fracasos y las desilusiones en vuestra vida personal; las dificultades para adaptarse al mundo de los adultos y a la vida profesional; las separaciones y los lutos en vuestras familias; la violencia de las guerras y la muerte de los inocentes. Pero sabed que en los momentos difíciles, que no faltan en la vida de cada uno, no estáis solos: como a Juan al pie de la Cruz, Jesús os entrega también a vosotros su Madre, para que os conforte con su ternura.”

lunes, 22 de octubre de 2012

Sed verdaderos evangelizadores


“Sed, en esta porción de Iglesia adonde Dios os condujo de la mano, lo que vinisteis a ser: verdaderos evangelizadores. La verdadera evangelización, según la estimulante perspectiva de la Evangelii nuntiandi, es fundamentalmente el anuncio explícito de Jesucristo Redentor del hombre y de su Buena Nueva de salvación. Es, por consiguiente, comunicación alegre y esperanzadora de la revelación sobre la paternidad de Dios, su designio de amor, su Reino que se inicia en este mundo y tiende a su plenitud en la eternidad. Es también la proclamación de que en Jesucristo y por Jesucristo nace un hombre nuevo, renovado en la justicia y en la santidad, y con hombres nuevos debe surgir una sociedad nueva regida por las normas de las bienaventuranzas e inspirada por la caridad que genera fraternidad y solidaridad. Toda evangelización, por tanto, tiende a suscitar, profundizar y consolidar la fe y, a la luz de la fe, hacer posible una sociedad más justa y fraterna.”

domingo, 21 de octubre de 2012

El mensaje de la Divina Misericordia, “tarea particular” de Juan Pablo II


“Desde el comienzo de mi ministerio en la sede de San Pedro en Roma, consideraba este mensaje como mi tarea particular. La Providencia me lo ha asignado en la situación contemporánea del hombre, de la Iglesia y del mundo. Incluso se podría decir que precisamente está situación me ha asignado como tarea ese mensaje ante Dios, que es Providencia, que es misterio inescrutable, misterio del amor y de la verdad, de la verdad y del amor. Y mis experiencias personales de este año, vinculadas con los acontecimientos del 13 de mayo, por su parte me mandan gritar: "Misericordiae Domini, quia non sumus consumpti" (Lam 3, 22).”

sábado, 20 de octubre de 2012

Hacer llegar el Evangelio de la vida a toda la sociedad


“Es necesario hacer llegar el Evangelio de la vida al corazón de cada hombre y mujer e introducirlo en lo más recóndito de toda la sociedad. Ante todo se trata de anunciar el núcleo de este Evangelio. Es anuncio de un Dios vivo y cercano, que nos llama a una profunda comunión con El y nos abre a la esperanza segura de la vida eterna; es afirmación del vínculo indivisible que fluye entre la persona, su vida y su corporeidad; es presentación de la vida humana como vida de relación, don de Dios, fruto y signo de su amor; es proclamación de la extraordinaria relación de Jesús con cada hombre, que permite reconocer en cada rostro humano el rostro de Cristo; es manifestación del « don sincero de sí mismo » como tarea y lugar de realización plena de la propia libertad.”

viernes, 19 de octubre de 2012

San Estanislao de Szczepanów, ejemplo de obispo


 “San Estanislao se convirtió en el Patrono de Polonia, el bienhechor y protector especialmente de la gente pobre; pero se ha convertido, sobre todo, en ejemplo de los obispos, por haber transmitido y defendido el sagrado depósito de la fe con fortaleza intrépida y con espíritu diamantino; y ha sido considerado desde hace siglos un testigo insigne de la auténtica libertad y de la síntesis fecunda que se realiza en el creyente entre la lealtad a la patria terrena y la fidelidad a Iglesia, que vive en la perspectiva de la ciudad definitiva y futura (cf. Heb 13, 14)”.

jueves, 18 de octubre de 2012

Que el desarrollo quede bajo el señorío del hombre


“El rápido desarrollo de las relaciones entre los hombres y las naciones, tanto en extensión como en profundidad, reclama un esfuerzo sin precedentes para que aquél quede bajo el señorío del hombre, pues de lo contrario se verá arrastrado en la ola tumultuosa de los egoísmos e instintos; a este fin se deben hallar estructuras adecuadas que expresen y fomenten la unidad de la familia humana dentro del respeto a la dignidad soberana de cada individuo y de cada grupo humano.”

miércoles, 17 de octubre de 2012

En el Espíritu se encuentra la fuente de todo don



 “En el Espíritu, que es el Amor, se encuentra la fuente de todo don, que tiene en Dios su principio con relación a las criaturas: el don de la existencia por medio de la creación, el don de la gracia por medio de toda la economía de la salvación.”
Espiritu Santo

martes, 16 de octubre de 2012

“Alégrate, llena de gracia” (Lc 1,28)


 “Las palabras del ángel Gabriel en Nazaret: “Alégrate, llena de gracia” (Lc 1,28) iluminan también la escena del Calvario. La Anunciación marca el inicio, la Cruz señala el cumplimiento. En la Anunciación, María dona en su seno la naturaleza humana al Hijo de Dios; al pie de la Cruz, en Juan, acoge en su corazón la humanidad entera. Madre de Dios desde el primer instante de la Encarnación, Ella se convierte en Madre de los hombres en los últimos instantes de la vida de su Hijo Jesús. Ella, que está libre de pecado, “conoce” en el Calvario en su propio ser el sufrimiento del pecado, que su Hijo carga sobre sí para salvar a la humanidad. Al pie de la Cruz en la que está muriendo Aquél que ha concebido con el “sí” de la Anunciación, María recibe de Él como una “segunda anunciación”: «¡Mujer, ahí tienes a tu hijo!» (Jn 19,26).”

lunes, 15 de octubre de 2012

La búsqueda de la felicidad


 “Nuestro corazón busca la felicidad y quiere experimentarla en un contexto de amor verdadero. Pues bien; el cristiano sabe que la satisfacción auténtica de esta aspiración sólo se puede encontrar en Dios, a cuya imagen el hombre fue creado (cf. Gén 1, 27). "Nos hiciste para Ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti" (Confes. 1, 1). Cuando Agustín, de vuelta de una tortuosa e inútil búsqueda de la felicidad en toda clase de placer y de vanidad, escribía en la primera página de sus Confesiones estas famosas palabras, no hacía sino dar expresión a la exigencia esencial que surge de lo más profundo de nuestro ser.”
Felicidad

domingo, 14 de octubre de 2012

El fenómeno emigratorio

"El fenómeno emigratorio tiene sin duda aspectos positivos, en cuanto que proporciona un trabajo a quien carece de él y fomenta vínculos de contacto entre los pueblos. Pero presenta también aspectos negativos, en cuanto qué ―como he escrito en la Encíclica Laborem exercens― "constituye generalmente una pérdida para el país del que se emigra. Se aleja un hombre y a la vez un miembro de una gran comunidad, que está unida por la historia, la tradición, la cultura, para iniciar una vida dentro de otra sociedad, unida por otra cultura, y muy a menudo también por otra lengua" (núm. 23).

sábado, 13 de octubre de 2012

La novedad sorprendente del Evangelio de la vida


“Iluminados por este Evangelio de la vida, sentimos la necesidad de proclamarlo y testimoniarlo por la novedad sorprendente que lo caracteriza. Este Evangelio, al identificarse con el mismo Jesús, portador de toda novedad 103 y vencedor de la « vejez » causada por el pecado y que lleva a la muerte, 104 supera toda expectativa del hombre y descubre la sublime altura a la que, por gracia, es elevada la dignidad de la persona.”

viernes, 12 de octubre de 2012

El sacerdocio cristiano


“El sacerdocio cristiano no tiene sentido fuera de Cristo. Lo enseñanza tradicional nos repite constantemente: “sacerdos alter Christus”, y lo hace marcando no un sentido paralelo, sino indicando cómo Cristo se hace presente en cada sacerdote y cómo el sacerdote obra “in persona Christi”. ¿Cómo será posible esta realidad, si no existe una correspondencia entre aquella identidad misteriosa con Cristo y la identidad personal que se logra por la aceptación efectiva de cada sacerdote? ¿Y cómo podremos llegar a Cristo si el Padre no nos atrae? Por ello, la oración debe llenar la vida del sacerdote: oración personal, que si bien debe expresarse eminentemente a través de la Sagrada Liturgia, habrá de estar alimentada con un continuo recurso a las Sagradas Escrituras, a la luz del Magisterio de la Iglesia. La participación cotidiana en la Eucaristía sellará este contacto íntimo e insustituible con el Señor. “

jueves, 11 de octubre de 2012

Permaneced firmes en la fe


“Permaneced firmes en la fe. ¡La fe, que nos abre de par en par los espacios infinitos de la trascendencia; la fe, que nos hace inclinar la frente ante Dios; la fe, que nos une íntimamente a Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre; la fe, que abre nuestros corazones a la esperanza y a la alegría; la fe, que nos hace amar a nuestros semejantes como a hermanos, porque actúa mediante la caridad (cf. Gál 5, 6); la fe, que nos da la clave para comprender el valor auténticamente revolucionario de las bienaventuranzas evangélicas; la fe, que nos constituye en Pueblo de Dios!”

lunes, 8 de octubre de 2012

Maria, la “nueva Eva”


“Madre, Vos sois la "nueva Eva". La Iglesia de vuestro Hijo, consciente de que sólo con "hombres nuevos" se puede evangelizar, es decir, llevar la Buena Nueva al mundo para hacer una "nueva humanidad", os suplica que por mediación vuestra no falte en ella jamás la novedad del Evangelio, germen de santidad y fecundidad.”

domingo, 7 de octubre de 2012

Las desigualdades del mundo rural

 “Las desigualdades, que se encuentran acá y allá en el mundo de los trabajadores rurales, no dependen sólo del grado de desarrollo de la tecnología, sino también "de las leyes de la política agrícola, del nivel de toda la ética social" (Ángelus del 15 de julio de 1979). Sobre todo en los países del Tercer Mundo, "donde la mayoría de la población vive de la tierra" (ib.), son urgentes cambios radicales que garanticen, mediante una justa legislación, los derechos primarios de los trabajadores del campo.”

sábado, 6 de octubre de 2012

Somos el pueblo de la vida


“Somos el pueblo de la vida porque Dios, en su amor gratuito, nos ha dado el Evangelio de la vida y hemos sido transformados y salvados por este mismo Evangelio. Hemos sido redimidos por el « autor de la vida » (Hch 3, 15) a precio de su preciosa sangre (cf. 1 Cor 6, 20; 7, 23; 1 P 1, 19) y mediante el baño bautismal hemos sido injertados en El (cf. Rm 6, 4-5; Col 2, 12), como ramas que reciben savia y fecundidad del árbol único (cf. Jn 15, 5). Renovados interiormente por la gracia del Espíritu, « que es Señor y da la vida », hemos llegado a ser un pueblo para la vida y estamos llamados a comportarnos como tal.”

viernes, 5 de octubre de 2012

En Cristo el hombre descubre plenamente su dignidad de persona


“Tanto la misión « ad gentes » como la nueva evangelización a la que vengo convocando a toda la Iglesia brotan de la certeza de que en Cristo hay una «riqueza insondable» (Ef 3, 8), que no anula la cultura de ninguna época y a la cual los hombres pueden siempre acudir para enriquecerse espiritualmente. Esa riqueza es, ante todo, el propio Cristo, su persona, porque Él mismo es nuestra salvación (Discurso inaugural de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, 12 de octubre de 1992, n. 6). Él es la imagen viviente del Padre (cf. Col 1, 15), Verdad eterna, Amor infinito, Bien supremo; y, al mismo tiempo, es la imagen viviente del hombre, de su salvación y de su verdadera grandeza, a pesar de los dramas que acechan sobre la humanidad. En Cristo el hombre descubre plenamente su dignidad de persona, llamada a un desarrollo integral en la verdad y abierta a la trascendencia.”

jueves, 4 de octubre de 2012

El anuncio de la Palabra y la caridad


 “Quisiera subrayar, ante todo la oportunidad de una catequesis que aclare cada vez mejor a los fieles el estrecho nexo que existe entre el anuncio de la Palabra de Dios, celebración litúrgica de ella, y su traducción concreta en el testimonio de caridad, que llena la vida.”

miércoles, 3 de octubre de 2012

El don del Espíritu


 “Se puede decir que Dios en su vida íntima "es amor" que se personaliza en el Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo. El Espíritu es llamado también Don.
Efectivamente, en el Espíritu, que es el Amor, se encuentra la fuente de todo don, que tiene en Dios su principio con relación a las criaturas: el don de la existencia por medio de la creación, el don de la gracia por medio de toda la economía de la salvación.”

martes, 2 de octubre de 2012

¡Dichosos vosotros, jóvenes, si sois fieles discípulos de Cristo! ¡


 “Aquel a quien habéis elegido como Maestro no es un mercader de ilusiones, no es un poderoso de este mundo, ni un astuto y hábil pensador. Sabéis a quién habéis elegido seguir:  a Cristo crucificado, a Cristo muerto por vosotros, a Cristo resucitado por vosotros.

Y la Iglesia os asegura que no quedaréis defraudados. En efecto, nadie, excepto él, puede daros el amor, la paz y la vida eterna que anhela profundamente vuestro corazón. ¡Dichosos vosotros, jóvenes, si sois fieles discípulos de Cristo! ¡Dichosos vosotros si estáis dispuestos a testimoniar, en cualquier circunstancia, que verdaderamente este hombre es el Hijo de Dios! (cf. Mt 27, 39).”