viernes, 4 de marzo de 2011

Ante la supresión de la vida

“Cuando falla la referencia al mensaje salvífico de la fe y de la esperanza, y como consecuencia de ello se afloja el llamado de la caridad, hacen su aparición principios pragmáticos y utilitaristas, que llegan a teorizar como lógica e incluso justificable la supresión de la vida, si se la considera un peso para sí mismos o para los demás. Así, impulsada por algunas ideologías, amplificadas por los medios de comunicación social, la opinión pública corre el riesgo de tolerar o, incluso, justificar comportamientos éticos que se hallan en neto contraste con la dignidad de la persona: pensemos, por ejemplo, en el aborto, la eutanasia precoz de los recién nacidos, el suicidio, la eutanasia terminal y las múltiples y preocupantes intervenciones que atañen al campo genético.
Frente a casos especialmente dramáticos y desconcertantes, incluso los creyentes podrían quedar perplejos, si les faltan puntos de referencia sólidos y convincentes. Cuán necesario es, por tanto formar las conciencias según la doctrina cristiana, evitando opiniones inciertas y dando respuestas adecuadas a dudas insidiosas, afrontando y resolviendo los problemas con una constante referencia a Cristo y al magisterio de la Iglesia.”

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