“El precepto de Cristo: “convertíos”,
impone por parte del sujeto una mutación profunda de mente y voluntad, para
rechazar el mal cometido y volver sinceramente a la ley del Señor. Dios quiere
que los hombres participen en su reino; por eso pone determinadas exigencias.”
VIAJE APOSTÓLICO A VENEZUELA, ECUADOR, PERÚ, TRINIDAD Y TOBAGO
(Juan Pablo II – Homilía en la Santa Misa en Maracaibo - 27 de enero de 1985)
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