miércoles, 16 de mayo de 2012

La Sagrada Escritura, diario de Dios


 “El creyente, y todo hombre de buena voluntad que busquen el rostro de Dios, tiene a su disposición ante todo el inmenso tesoro de la Sagrada Escritura, verdadero diario de Dios en las relaciones con su pueblo, que tiene en el centro el insuperable revelador de Dios, Jesucristo: "El que me ha visto a mí, ha visto al Padre" (Jn 14, 9). Jesús, por su parte, ha confiado su testimonio a la Iglesia, que desde siempre, con la ayuda del Espíritu de Dios, lo ha hecho objeto de apasionado estudio, de progresiva profundización e incluso de valiente defensa frente a errores y deformaciones. La documentación genuina de Dios pasa, pues, a través de la Tradición viviente, de la que la que todos los Concilios son testimonios fundamentales: desde el Niceno y el Constantinopolitano, al Tridentino. Vaticano I y Vaticano II.”

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