domingo, 26 de agosto de 2012

Juan Pablo II El rosario es una alabanza y una imploración


 “En el Rosario meditamos los principales acontecimientos salvíficos que se han cumplido en Cristo: desde: la concepción virginal hasta los momentos culminantes de la Pascua y de la glorificación de la Madre de Dios. Esta oración es una alabanza y una imploración continuada a María Santísima para que interceda por nosotros, pobres pecadores, en todos los instantes de nuestra jornada hasta la hora de nuestra muerte.”

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