“Entre los males de nuestra
época están las rupturas familiares y el descenso del índice de natalidad…. No
olvidemos que en la familia se fragua el futuro de la humanidad y que como
escribí en mi Carta
a las familias: «¡Ninguna sociedad humana puede correr el riesgo del
permisivismo en cuestiones de fondo relacionadas con la esencia del matrimonio
y de la familia! Semejante permisivismo moral llega a perjudicar las auténticas
exigencias de paz y de comunión entre los hombres» (n. 17).”
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