jueves, 28 de mayo de 2020

No dejen que el odio marchite las energias


 “No dejen que el odio marchite las energías generosas y la capacidad de entendimiento que todos llevan dentro. Hagan con sus manos unidas - junto con la juventud latinoamericana, que en Puebla confié de modo particular al cuidado de la Iglesia - una cadena de unión más fuerte que las cadenas de la guerra. Así serán jóvenes y preparadores de un futuro mejor; así serán cristianos.”


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