“El mismo Concilio invitó a los teólogos a observar
los métodos y exigencias propios de la ciencia teológica, y «a buscar
continuamente un modo más adecuado de comunicar la doctrina a los hombres de su
tiempo, porque una cosa es el depósito mismo de la fe, es decir, las verdades,
y otra el modo en que se formulan, conservando su mismo sentido y significado» 46. De
ahí la ulterior invitación dirigida a todos los fieles, pero de manera especial
a los teólogos: «Los fieles deben vivir estrechamente unidos a los demás
hombres de su tiempo y procurar comprender perfectamente su forma de pensar y
sentir, lo cual se expresa por medio de la cultura» 47.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario