lunes, 11 de marzo de 2013

Cristo, la Iglesia, los esposos y la familia


 “Cristo Señor, antes de morir, en los umbrales del misterio pascual, ora así: "Padre Santo, guarda en tu nombre a éstos que me has dado, para que sean uno como nosotros". Entonces pide de algún modo, quizás de un modo especial, también la unidad de los esposos y de las familias. Ora por la unión de los discípulos, por la unidad de la Iglesia; y San Pablo compara el misterio de la Iglesia con el matrimonio (cf. Ef 5, 21-33). La Iglesia, por tanto, no sólo coloca el matrimonio y la familia en un lugar especial dentro de sus afanes, sino que, en cierto modo, considera también el matrimonio como preclara imagen suya. Colmada del amor de Cristo-Esposo, que nos amó "hasta el extremo", la Iglesia mira hacia los esposos, que se juran amor hasta la muerte, y considera como tarea suya peculiar salvaguardar este amor, esta fidelidad y esta honestidad y todos los bienes que nacen de ahí para la persona humana y para la sociedad. Es precisamente la familia la que da la vida a la sociedad. Es en ella donde, a través de la obra de la educación, se forma la estructura misma de la humanidad, de cada hombre sobre la tierra.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario