viernes, 20 de junio de 2014

A las mujeres consagradas

“Nuestro tiempo se caracteriza por la renovada atención al papel peculiar de la vocación femenina en la Iglesia y en la sociedad. Es preciso que la vida consagrada en general, y cada uno de los institutos religiosos en particular, respondan de modo adecuado a los nuevos desafíos de la cultura contemporánea. A este propósito, me complace reafirmar cuanto he escrito en el reciente documento postsinodal: «Las mujeres consagradas están llamadas a ser de una manera muy especial, y a través de su dedicación vivida con plenitud y con alegría, un signo de la ternura de Dios hacia el género humano y un testimonio singular del misterio de la Iglesia, la cual es virgen, esposa y madre» (Vita consecrata, 57).”

No hay comentarios:

Publicar un comentario