La libertad verdadera
es la característica preeminente de la humanidad; es la fuente de donde brota
la dignidad humana; es “signo eminente de la imagen divina en el hombre” (Gaudium et spes, 17). Se nos
ofrece y otorga como misión nuestra.
(Juan Pablo II en su Mensaje a la Organización de lasNaciones Unidas 2 de diciembre de 1978 )
No hay comentarios:
Publicar un comentario