“la teología jamás puede reducirse a la reflexión privada de un teólogo o de un grupo de teólogos. El ambiente vital del teólogo es la Iglesia, y la teología, para permanecer fiel a su identidad, no puede menos de participar íntimamente en el entramado de la vida de la Iglesia, de su doctrina, de su santidad y de su oración.”
(del Discurso del Beato Juan Pablo II a la Asamblea Plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe - Viernes 24 de noviembre de 1995)
No hay comentarios:
Publicar un comentario