“Así rezamos en las letanías al Sacratísimo Corazón de Jesús.Esta
invocación se refiere directamente al misterio que meditamos, al rezar el Angelus
Domini: por obra del Espíritu Santo fue formada en el seno de la Virgen de
Nazaret la Humanidad de Cristo, Hijo del Eterno Padre.
¡Por obra del Espíritu Santo fue formado en esta Humanidad el
Corazón! El Corazón, que es el órgano central del organismo humano de
Cristo y, a la vez, el verdadero símbolo de su vida interior: del
pensamiento, de la voluntad, de los sentimientos. Mediante este Corazón la
Humanidad de Cristo es, de modo particular, "el templo de Dios"
y, al mismo tiempo, mediante este Corazón, está incesantemente abierto al
hombre y a todo lo que es "humano". "Corazón de Jesús de
cuya plenitud todos hemos recibido".”
No hay comentarios:
Publicar un comentario