“Sin identificarse con ninguna
cultura, el mensaje evangélico penetra en los contextos históricos y
antropológicos particulares, y, respetando sus valores y riquezas peculiares,
les ayuda «a hacer surgir de su propia tradición viva expresiones originales de
vida, de celebración y de pensamiento cristianos» (Catechesi
tradendae, 53). En efecto, la evangelización consiste en «alcanzar y
transformar con la fuerza del Evangelio los criterios de juicio, los valores
determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes
inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad, que están en contraste con
la palabra de Dios y con el designio de salvación» (Evangelii
nuntiandi, 19), para promover condiciones de vida cada vez más dignas
del hombre y de su destino sobrenatural.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario