“La relación que hay entre libertad del hombre y ley de Dios
tiene su base en el corazón de la persona, o sea, en su conciencia moral: «En lo
profundo de su conciencia —afirma el concilio Vaticano II—, el hombre descubre
una ley que él no se da a sí mismo, pero a la que debe obedecer y cuya voz
resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, llamándolo siempre a
amar y a hacer el bien y a evitar el mal: haz esto, evita aquello. Porque el
hombre tiene una ley escrita por Dios en su corazón, en cuya obediencia está la
dignidad humana y según la cual será juzgado (cf. Rm 2,
14-16)» 101.”
viernes, 26 de junio de 2015
lunes, 22 de junio de 2015
El Señor nuestra luz y nuestra salvación.
“ ¿de qué modo es el Señor nuestra luz y nuestra salvación?
Cristo se convierte para nosotros en luz y salvación a partir de nuestro
bautismo, en el que se nos aplican los frutos infinitos de su bendita muerte en
la cruz: entonces viene a ser "para nosotros sabiduría, justicia,
santificación y redención" (1 Cor 1, 30). Precisamente para los
bautizados, conscientes de su identidad de salvados, valen con plenitud las
palabras de la Carta a los Efesios: "Fuisteis algún tiempo tinieblas, pero
ahora sois luz en el Señor; andad, pues, como hijos de la luz. El fruto de la
luz es todo bondad, justicia y verdad" (Ef 5, 8-9).”
viernes, 19 de junio de 2015
La naturaleza del hombre y la cultura
“No
se puede negar que el hombre existe siempre en una cultura concreta, pero
tampoco se puede negar que el hombre no se agota en esta misma cultura. Por
otra parte, el progreso mismo de las culturas demuestra que en el hombre existe
algo que las transciende. Este algo es precisamente la naturaleza del hombre: precisamente esta naturaleza es la medida de la
cultura y es la condición para que el hombre no sea prisionero de ninguna de
sus culturas, sino que defienda su dignidad personal viviendo de acuerdo con la
verdad profunda de su ser.”
Etiquetas:
Cultura,
Hombre,
Veritatis Splendor
jueves, 18 de junio de 2015
Gritarán las piedras
“Si
silenciamos la alegría que nace de conocer a Jesús, gritarán incluso las
piedras de nuestras ciudades. Porque somos un pueblo pascual y el aleluya es
nuestro canto. Con San Pablo os digo: "Alegraos siempre en el Señor; de
nuevo os digo, alegraos" (Flp 4, 4).”
viernes, 12 de junio de 2015
Amor a Dios y al prójimo
“el
mandamiento del amor a Dios y al prójimo no tiene en su dinámica positiva ningún
límite superior, sino más bien uno inferior, por debajo del cual se viola el
mandamiento.”
Etiquetas:
amor a Dios,
amor al prójimo,
Veritatis Splendor
lunes, 1 de junio de 2015
San Pablo, maestro y guía
“En
el camino de Damasco, caído en el polvo, San Pablo queda cegado por la luz
fulgurante de aquel Jesús a quien él perseguía en los cristianos; sigue su
conversión inmediata y decisiva, evidente obra milagrosa de la gracia de Dios,
porque Pablo debía ser el primer autorizado intérprete del mensaje de Jesús,
divinamente inspirado. El Divino Maestro le manda levantarse y proseguir el
camino; y desde ese momento, se puede decir que San Pablo se convierte en
maestro y guía del conocimiento y del amor a Cristo.”
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