(…) “Al
comienzo y durante la Cuaresma, la Iglesia nos invita a inclinar la cabeza ante
Dios. Cuando volvemos a levantar la cabeza, vemos a Cristo, Redentor del
hombre, que nos enseña con toda su vida, y después de manera definitiva con la
pasión y la muerte, lo que significa "ser libre", lo que quiere decir
hacer buen uso de la libertad que corresponde al hombre, lo que significa usar
plenamente el don de la libertad.
Esta es la enseñanza
del Evangelio. La enseñanza particular de la Cuaresma. Es necesario que
nosotros en este período nos examinemos ante Cristo del uso que hacemos de
nuestra libertad. Preparándonos a la confesión pascual, debemos hacer un
profundo examen de conciencia sobre esto.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario