“El materialismo que
todo lo invade, impone hoy al hombre su dominio de maneras muy diferentes y con
una agresividad que a nadie excluye. Los principios más sagrados que fueron
guía segura de comportamiento de los individuos y la sociedad, están siendo
desplazados por falsos pretextos referentes a la libertad, la sacralidad de la
vida, la indisolubilidad del matrimonio, el sentido auténtico de la sexualidad humana,
la recta actitud hacia los bienes materiales, que el progreso ha traído. Ahora
mucha gente siente la tentación de la permisividad y el consumismo, y con
frecuencia se define la identidad humana por lo que se posee. La prosperidad y
la abundancia incluso cuando sólo están empezando a ser asequibles a más
amplios estratos de la sociedad, tienden a hacer pensar a las personas que
tienen derecho a todo lo que puede traer la prosperidad; y de este modo se
puede llegar al egoísmo más grande en sus demandas.”
Materialismo, progreso,
sociedad
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