“Cristo dijo a Pedro: "En adelante vas a ser pescador de hombres" (Lc 5, 10); esta pesca misteriosa corresponde a la misión incesante de la Iglesia, de cada una de las comunidades en la Iglesia y de cada uno de los cristianos. Llevar a los hombres vivos, a las almas humanas a la luz de la fe y a la fuente del amor; mostrarles el Reino de Dios presente en los corazones y en el designio de la historia de la humanidad; reunir a todos en esa unidad, cuyo centro es Cristo: he aquí la misión continua de la Iglesia.”
(de la Homilía del Beato Juan Pablo II en la visita pastoral a la parroquia romana de San Timoteo - Domingo 10 de febrero de 1980)
(de la Homilía del Beato Juan Pablo II en la visita pastoral a la parroquia romana de San Timoteo - Domingo 10 de febrero de 1980)
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