“Privarse de algo es no sólo dar de lo superfluo, sino también, muchas veces, incluso de lo necesario, como la viuda del Evangelio que sabía que su óbolo era ya un don recibido de Dios. Privarse de algo es liberarse de las servidumbres de una civilización que nos incita cada vez más a la comodidad y al consumo, sin siquiera preocuparse de la conservación de nuestro ambiente, patrimonio común de la humanidad.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario