martes, 30 de agosto de 2011

La pobreza «estructuras de pecado»

“Cualquier situación de pobreza interpela la caridad cristiana de cada uno. Pero también debe llegar a ser un compromiso social y político, porque el problema de la pobreza en el mundo depende de condiciones concretas que deben ser transformadas por los hombres y las mujeres de buena voluntad, constructores de la civilización del amor. Se trata de «estructuras de pecado», que sólo se vencen con la colaboración de todos, si están dispuestos a «perderse» por el otro en lugar de explotarlo, y a «servirlo» en lugar de oprimirlo (cf. Sollicitudo rei socialis, 38).”
(del Mensaje del Beato Juan Pablo II con ocasión de la XIV Jornada Mundial de la Juventud)

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