“Aprendamos la fe sencilla, incluso como de niños y, al mismo tiempo, consciente, madura y comprobada. La fe que ésta nuestra época exige de nosotros los cristianos. La fe manifiesta y valiente. La fe llena de esperanza. La fe que produce las buenas obras: "la fe viva mediante la caridad" (cf. Gál 5, 6). Aprendamos constantemente una fe semejante. Y roguemos frecuentemente a Cristo para obtenerla: Señor, "aumenta nuestra fe" (Lc 17, 5); creemos, ayuda nuestra incredulidad (cf. Mc 9, 24).”
(Beato Juan Pablo II Ángelus - Domingo 10 de agosto de 1980)
(Beato Juan Pablo II Ángelus - Domingo 10 de agosto de 1980)
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