martes, 2 de septiembre de 2025

Como ser hoy testigos de Cristo

 (El Papa Juan Pablo II respondiendo en su dialogo conlos jóvenes de Paris durante la Vigilia en el Parque de los Príncipes, 1 dejunio de 1980)

Y ahora, la pregunta sobre cómo ser hoy testigos de Cristo.

Es la cuestión fundamental, la continuación de la meditación central de nuestro diálogo, la conversación con el joven. Cristo le dice "sígueme". Es lo que le dijo a Simón, hijo de Juan, a quien dio el nombre de Pedro; a su hermano Andrés, a los hijos del Zebedeo, a Natanael. Dijo "sígueme", para repetir luego, después de la resurrección: "Seréis mis testigos" (Act 1, 8). Para ser testigos de Cristo, para dar testimonio de El, ante todo hay que seguirle. Hay que aprender a conocerle, hay que ponerse, por decirlo así, en su escuela, penetrar todo su misterio. Es una tarea fundamental y central. Si no lo hacemos así, si no estamos dispuestos a hacerlo constante y honradamente, nuestro testimonio corre el riesgo de ser superficial y exterior. Corre el riesgo de no ser un testimonio. Si, por el contrario, seguimos atentos a esto, el mismo Cristo nos enseñará, mediante su Espíritu, lo que tenemos que hacer, cómo debemos comportarnos, en qué y cómo debemos comprometernos, cómo llevar adelante el diálogo con el mundo contemporáneo, ese diálogo que Pablo VI denominó diálogo de salvación.

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