viernes, 18 de diciembre de 2009

Abrirse a Jesucristo

“El primer servicio que debe prestar la Iglesia a la causa de la justicia y de la paz, es invitar a los hombres a abrirse a Jesucristo. En El volverán a captar su dignidad esencial de hijos de Dios, formados a la imagen de Dios, dotados de posibilidades insospechadas que los capacitan para afrontar las tareas del momento, ligados los unos a los otros a través de una fraternidad que tiene sus raíces en la paternidad de Dios. En El llegarán a ser libres para un servicio responsable. ¡Que no tengan miedo! Jesucristo no es ni un extraño ni un competidor. No hace sombra a nada au­ténticamente humano, ya sea la per­sona o sus varios logros científicos y sociales.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario