“Por una parte, nos impresionan las imágenes de una parte de la humanidad condenada a morir de hambre a causa de calamidades naturales que se agravan, a causa de desastres provocados por el hombre, a causa de los obstáculos puestos a la distribución de los recursos de alimentación, y a causa de las restricciones que se han impuesto al comercio de los productos locales, privando a los países más pobres de los beneficios del mercado. Por otra parte, asistimos a la negación de la solidaridad: la destrucción de cosechas enteras, las exigencias egoístas que implican los modelos económicos vigentes, el rechazo de la transferencia de tecnología, y las condiciones impuestas a la concesión de ayudas para la alimentación, incluso en los casos donde es evidente la urgencia.”
(del discurso del Beato Juan Pablo II en la apertura de la Conferencia Internacional sobre la nutrición - Sábado 5 de diciembre de 1992)
(del discurso del Beato Juan Pablo II en la apertura de la Conferencia Internacional sobre la nutrición - Sábado 5 de diciembre de 1992)
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