En Jesús, « Palabra de vida », se anuncia y comunica la vida divina y eterna. Gracias a este anuncio y a este don, la vida física y espiritual del hombre, incluida su etapa terrena, encuentra plenitud de valor y significado: en efecto, la vida divina y eterna es el fin al que está orientado y llamado el hombre que vive en este mundo. El Evangelio de la vida abarca así todo lo que la misma experiencia y la razón humana dicen sobre el valor de la vida, lo acoge, lo eleva y lo lleva a término.”
(Beato Juan Pablo II Encíclica Evangelium Vitae (30) sobre el Valor y el Caracter Inviolablede la Vida Humana
(Beato Juan Pablo II Encíclica Evangelium Vitae (30) sobre el Valor y el Caracter Inviolablede la Vida Humana
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