lunes, 25 de julio de 2011

¡Sed hombres de oración!


¡Sed hombres de oración! Para declararse auténticamente tal, el cristiano debe ser “practicante”, es decir, debe vivir en “gracia” de Dios, observando todos los mandamientos y cumpliendo concreta y constantemente el precepto de la caridad. Sólo mediante el esfuerzo de la oración confiada y perseverante, es posible llevar vida de gracia y caridad. El mundo está en crisis también porque no se ora, o se ora poco y mal.
(de la Homilía del Beato Juan Pablo II en la Misa para los empleados de servicios técnicos del Vaticano - Iglesia de San Esteban de los Abisinios, Ciudad del Vaticano - Jueves 27 de marzo de 1980)

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