“Las exigencias financieras y presupuestarias no pueden justificar por sí mismas el desconocimiento de la dimensión social en las opciones que hay que hacer. La dignidad inalienable de la persona humana y la protección de los trabajadores, valores primordiales de toda gestión de una colectividad, no pueden ser menospreciados impunemente.”
(del Discurso del Beato Juan Pablo II a un grupo de miembros de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) 30 de mayo 1992
(del Discurso del Beato Juan Pablo II a un grupo de miembros de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) 30 de mayo 1992
No hay comentarios:
Publicar un comentario