miércoles, 2 de octubre de 2024

Sed artífices de concordia y de paz

 

Sed artífices de concordia y de paz. En este tiempo caracterizado, en tan gran parte, por las divisiones sociales y por tantas formas de violencia, es necesario que deis testimonio ante el mundo de fraternidad cristiana en el ambiente donde vivís y trabajáis. Es necesario un compromiso decidido por la construcción de un mundo más humano, más justo, más solidario. Con esto no se quiere negar la legítima defensa de los derechos inalienables, como tampoco la promoción económica y social de los trabajadores menos favorecidos y menos retribuidos, y especialmente de los más humildes, más pobres, más necesitados y más oprimidos. Aún más, aprovecho gustosamente esta ocasión para deplorar, de nuevo, situaciones que no corresponden a la dignidad humana y cristiana, en las que por desgracia se encuentran tantos trabajadores a causa de la desocupación o de fatigas extenuantes hasta el límite de lo que se puede soportar. Frecuentemente la técnica moderna ha venido a ser, en vez de instrumento de promoción, mecanismo destinado a aplastarlo hasta privarlo tal vez de sus atributos más sagrados e intangibles. Como ya he aludido en la reciente Encíclica: "El progreso de la técnica y el desarrollo de la civilización de nuestro tiempo, que está marcado por el dominio de la técnica, exigen un desarrollo proporcional de la moral y de la ética" (Redemptor hominis, 15).

(del discurso del Papa Juan Pablo II a una peregrinación de obreros y obreras de Génova - 2 de abril de 1979)

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