jueves, 14 de octubre de 2010

Libertad para que el Evangelio sea escuchado

“Fiel a su misión, la Iglesia debe proyectar, sobre los problemas que aquejan a la humanidad en cada momento de su historia, la luz limpia y pura que brota del Evangelio, siempre actual por ser Palabra de Dios. Y esto es lo que hace y lo que quiere seguir haciendo en cumplimiento del mandato recibido del mismo Cristo. Para ello pide sólo libertad, para que su voz pueda llegar sin obstáculos a todo aquel que quiera escucharla.”

(De la homilía del Santo Padre Juan Pablo II en la Explanada «Tres Cruces» (Montevideo) el Miércoles 1 de abril de 1987 )

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