lunes, 31 de diciembre de 2012

La imperiosa necesidad de predicar


“Hemos oído exclamar a San Pablo: "¡Ay de mí si no evangelizara!" (1 Cor 9, 16). El anuncio oral es el medio esencial de la misión cristiana; y es el mismo Apóstol quien nos recuerda un principio primario del cristianismo: "La fe es por la predicación" (Rom 10, 17). Pero, "¿cómo creerán sin haber oído de El? Y, ¿cómo oirán si nadie les predica?" (ib., 10, 14). Desde aquí se puede medir el alcance e importancia de vuestra tarea. Es tarea de la que la Iglesia no puede prescindir, porque se juega en ella no sólo la madurez, sino la misma identidad cristiana. En efecto, esta tarea, según escribí en la Exhortación Apostólica Catechesi tradendae, "persigue el doble objetivo de hacer madurar la fe inicial y de educar al verdadero discípulo por medio de un conocimiento más profundo y sistemático de la persona y del mensaje de Nuestro Señor Jesucristo" (núm. 19).”

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