“El bien es pertenecer a Dios, obedecerle,caminar humildemente con él practicando la
justicia y amando la piedad (cf. Mi 6, 8). Reconocer al Señor como Dios es
el núcleo fundamental, el corazón de la Ley, del que derivan y al que se ordenan los preceptos
particulares. Mediante la moral de los mandamientos se manifiesta la
pertenencia del pueblo de Israel al Señor, porque sólo Dios es aquel que es
«Bueno». Éste es el testimonio de la sagrada Escritura, cuyas páginas están
penetradas por la viva percepción de la absoluta santidad de Dios: «Santo,
santo, santo, Señor de los ejércitos» (Is 6, 3).”
No hay comentarios:
Publicar un comentario