“Una vida reducida a la
sola dimensión de las posesiones, de los bienes de consumo, de los intereses
temporales, nunca os permitirá descubrir y gozar de la plena riqueza de vuestra
humanidad. Solamente en Dios (en Jesús, Dios hecho hombre) seréis capaces de
comprender en plenitud lo que sois. El os desvelará vuestra auténtica grandeza:
que habéis sido redimidos por El y acogidos en su amor; que en El habéis sido
auténticamente liberados, El que dijo de Sí mismo: "Si el Hijo os librare,
seréis verdaderamente libres" (Jn 8, 36).”
(Beato Juan Pablo II en
su discurso a los estudiantes de la Universidad Católica, Washington el 7 de
octubre de 1979)
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