“In Te, Domine, speravi: non confundar in aeternum! Confiamos y nos abandonamos en tus manos, Señor del tiempo y de la eternidad. Tú eres nuestra esperanza... el apoyo de los débiles y el consuelo de los extraviados, la alegría y la paz de quien te acoge y te ama.
Mientras termina este año y la mirada se proyecta ya al nuevo, el corazón se abandona con confianza a tus misteriosos designios de salvación.
Fiat misericordia tua, Domine, super nos, quaemadmodum speravimus in te.
Que tu misericordia esté siempre con nosotros: en ti hemos esperado. Sólo esperamos en ti, oh Cristo, Hijo de la Virgen María, dulce Madre tuya y nuestra.”
(Beato Juan Pablo II – Homilía al final del canto del “Tedeum” y de las Vísperas - 31 de diciembre de 2001)
FELIZ AÑO A TODOS!!!
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