¿De dónde saca la conciencia sus criterios de
juicio? ¿Sobre qué base juzga nuestra conciencia moral las acciones que vamos a
llevar a cabo o hemos realizado? Escuchemos con atención las enseñanzas del
Concilio Vaticano II: "La norma suprema de la vida humana es la propia ley
divina, eterna, objetiva y universal, por la que Dios ordena. dirige y gobierna
el mundo universo y los caminos de la comunidad humana... El hombre percibe y
reconoce por medio de su conciencia los dictámenes de la ley divina, conciencia
que tiene obligación de seguir fielmente en toda su actividad para llegar a
Dios, que es su fin'' (Dignitatis humanae, 3).
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