La vocación universal a la santidad - El verdadero
misionero es el santo
La
llamada a la misión deriva de por sí de la llamada a la santidad. Cada
misionero, lo es auténticamente si se esfuerza en el camino de la santidad: «
La santidad es un presupuesto fundamental y una condición insustituible para
realizar la misión salvífica de la Iglesia ».174
La vocación universal a la santidad está estrechamente unida a la vocación universal a la misión. Todo fiel está llamado a la santidad y a la misión.
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