martes, 8 de octubre de 2013

La vocación proyecto personal e irrepetible

“La vida tiene una estructura esencialmente vocacional. En efecto, su proyecto hunde sus raíces en el corazón del misterio de Dios: «Dios nos ha elegido en él —en Cristo— antes de la creación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor» (Ef 1, 4). Toda la existencia humana, por consiguiente, es respuesta a Dios, que hace sentir su amor sobre todo en algunos momentos: la llamada a la vida; la entrada en la comunión de gracia de su Iglesia; la invitación a dar testimonio de Cristo en la comunidad eclesial, según un proyecto totalmente personal e irrepetible; y la llamada a la comunión definitiva con él en la hora de la muerte.”

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