“Intimidad con Jesucristo, ésta es la más profunda
razón por la que una vida de celibato, en el espíritu de los consejos
evangélicos, es tan importante para el sacerdote. Tener el corazón y las manos
libres para el amigo, Jesucristo, estar totalmente disponible para El y llevar
su amor a todos, éste es un testimonio que en un primer momento no todos pueden
entender. Pero si nosotros ofrecemos este testimonio desde dentro, si lo
vivimos como la forma existencial de nuestra intimidad con Jesús, entonces también
crecerá de nuevo en la sociedad la comprensión para esta forma de vida que se
apoya en el Evangelio.”
(Beato Juan Pablo II homilía en la Misa para sacerdotes y seminaristas, Catedral de Fulda, 17 de noviembre de
1980)
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