“A ejemplo del Apóstol de las Gentes debemos tomar todos
conciencia de la necesidad deconversión que todos tenemos. No hay vida
cristiana sin penitencia. "El auténtico ecumenismo no se da sin la
conversión interior" (Unitatis
Redintegratio, 7). "No nos juzguemos, pues, ya más los. unos a los
otros". (Rom 14, 13). Por el contrario, nosotros
queremos admitir recíprocamente nuestras culpas. Aun en relación a la gracia de
la unidad vale la frase: "Todos pecaron" (Rom 3, 23). Deberíamos reconocer y decir
esto con toda seriedad y extraer las consecuencias pertinentes. Más importante
es aún reconocer de corazón las consecuencias que el Señor saca de los fallos
humanos. Pablo dice expresamente: "Donde abundó el pecado sobreabundó la
gracia" (Rom 5, 20).
Dios no cesa de "tener de todos misericordia" (Rom 11, 32). Dios dona a so Hijo, se dona
a Sí mismo, dona perdón, justificación, gracia, vida eterna. Esto es lo que
debemos confesar todos juntos.”
(del discurso del Beato Juan Pblo II a los representantes delConsejo de la Iglesia Evangélica de Alemania – Museo de la catedral de
Maguncia, 17 de noviembre de 1980)
No hay comentarios:
Publicar un comentario